La población cautiva del crack presenta una alta prevalencia que se va extendiendo en el mundo. Una puerta de entrada segura a esta droga en el consumo de alcohol en exceso.
Qué hace el alcohol
Roba la voluntad de los jóvenes, los desinhibe y ellos pueden terminar acercándose a drogas tales como el crack, cuya única función es destruir –con rápida progresividad- su capacidad cognitiva y resistencia física.
Factores que llevan a consumir
Existen una suma factores que conducen a la drogadicción.
En principio, se da la presión de un grupo de pertenencia, una ronda de amistades adictas al alcohol, la marihuana, la cocaína y el crack.
Los amigos ofrecen estas alternativas y -si un chico no está bajo un equilibrio mental y espiritual fortalecido- cae en las drogas.
Alarma el ingreso del crack en instituciones
Un llamado de atención fundamental para los padres es que el crack está rompiendo barreras y, a tal punto, que penetra tranquilamente en distintas instituciones como la escuela.
Necesidad de esfuerzo interinstitucional y familiar
Hoy es el momento para que la familia, los docentes e instituciones vinculadas a la juventud, trabajen mancomunadamente para combatir este flagelo.
Además, es fundamental arribar a un diagnóstico de por qué se instala la enfermedad de la adicción, cuándo surge y averiguar sus causas.
Problemas familiares
La mayoría de los problemas parten de desavenencias familiares y de ahí se desencadena la tendencia juvenil a drogas tan difíciles de soslayar como el crack, en especial en zonas de recursos económicos bajos donde se observa una superior exposición al riesgo.
Los jóvenes, ante desórdenes de orden familiar, no se hallan preparados psicológicamente para enfrentarlos, salvo que los padres sepan recurrir a tiempo a una asistencia psicológica o psiquiátrica, según los casos.
Incapacidad de tolerancia a la frustración
Ante un problema de pequeña dimensión, pareciera que los progenitores no saben enseñar a sus hijos a desarrollar una capacidad de tolerancia a la frustración.
Entonces, los chicos aplazan sus oportunidades de mirar al futuro con esperanza, no encuentran diálogo con sus padres, y se refugian y completan este vacío con el alcohol, la marihuana, la cocaína o con la droga en auge que es el crack.
Necesidad de aporte de los maestros
Así como resulta imprescindible trabajar estos aspectos con la familia, lo mismo debe cumplirse con los docentes, que muchas veces sustituyen el rol de los padres porque hasta conocen mejor a los alumnos que los propios progenitores, gracias a lo cual es posible subsanar varias problemáticas.
Que los docentes trabajen en equipo
Las autoridades educativas deben llevar a plenario la drogadicción, trabajar en equipo y contar con el apoyo de psicólogos abocados específicamente a la temática.
El daño es irreversible, las neuronas se mueren
Una detección precoz de la inclinación al consumo de crack logra una solución inmediata. Los padres no deben oponerse si la escuela evalúa a su hijo ante una posible sospecha de ingesta, ni confundir sus comportamientos con los propios de la adolescencia.
Como el cuerpo no está maduro, es mucho más fácil que las neuronas del joven se quemen, se mueran y esas neuronas no se regeneran.
Primeros síntomas
Es frecuente que el joven pierda objetos y “levante la mano a sus padres”. Estos últimos no se percatan de la situación extrema de que su consumo quizá provenga de dos o tres años atrás.
Dependencia vertiginosa
La dependencia al crack es vertiginosa, más todavía que la marihuana
Luego del alcohol, un fenómeno que se duplicó mundialmente en zonas de alto riesgo es el uso de marihuana -en un orden de cinco de cada 100 jóvenes- y todo indica que, lamentablemente, irá expandiéndose.
Comparación con perjuicio de la marihuana
El perjuicio de la marihuana se nota a largo plazo, no así el del crack porque se conforma con el resto que queda de procesar de la hoja de coca o el clorohidrato de coca, un desecho altamente peligroso que aumenta su volumen con mezclas como el polvillo de tubos fluorescentes y su efecto es “galopante”.
De qué se compone el crack
Es un derivado de la cocaína, resultado de hervir clorhidrato de cocaína en una solución de bicarbonato de sodio o amoniaco. Es una pasta amarillenta e insoluble en agua que flota en la superficie y se endurece al enfriarse; después se recupera fácilmente en forma de "rocas", sin refinación ni purificación..
Fuentes:
Dark Alliance : The CIA, the Contras, and the Crack Cocaine Explosion (Hardcover), Gary Webb, Seven Stories Press 1st ed edition (April 1998) ISBN 1-888363-68-1
Lic. Nancy Delvalle, directora del Observatorio Paraguayo de Drogas.