LOS MEDICAMENTOS CONTRA EL ENVEJECIMIENTO
CADA VEZ MÁS CERCA
Por primera vez, científicos lograron identificar biomarcadores de ADN que permitirían predecir con exactitud la edad cronológica y fisiológica de los individuos.
Un biomarcador es un indicador del estado de una enfermedad particular o de un organismo concreto. Se trata de una característica que, medida de manera objetiva, se usa como indicador de procesos biológicos normales, procesos patogénicos o respuestas farmacológicas a cualquier tratamiento.
Un ejemplo de biomarcador sería el antígeno prostático específico, una sustancia proteica sintetizada por células de la próstata, y cuyo grado de concentración en la sangre de los varones puede señalar que éstos padecen cáncer de próstata.
Cambios en la expresión genética
Especialistas del Buck Institute for Age Research, de los Estados Unidos, utilizaron gusanos nematodos, chips de ADN con los que se midieron los cambios en la expresión genética de estos gusanos, y complejos algoritmos informáticos.
Los chips de ADN consisten en superficies sólidas a las que se unen fragmentos de ADN con los que se averigua la expresión de los genes, monitoreando a miles de ellos de forma simultánea; y los algoritmos computacionales son listas bien definidas, ordenadas y finitas de operaciones destinadas a la resolución de problemas.
Con estas herramientas se ha conseguido dar el primer paso hacia la localización de biomarcadores de edad en humanos, lo que podría suponer la validación científica de las terapias anti-edad destinadas a personas.
Edad cronológica y fisiológica
En realidad, la edad cronológica y la fisiológica raramente están sincronizadas. Determinar la edad cronológica tanto en gusanos como en humanos es sencillo: basta con contar desde la fecha de nacimiento.
Sin embargo, la determinación de la edad fisiológica aún es algo subjetivo, que depende más de la apariencia o del estado de las funciones orgánicas.
Algunas personas de 70 mantienen las funciones de una de 50, mientras que otras personas envejecen antes de lo que cabría esperar.
Al gusano nematodo Caenorhabditis elegans (C. elegans) le sucede lo mismo que a los humanos. Tiene una esperanza de vida media de tres semanas, pero algunos de la especie permanecen ágiles durante mucho más tiempo que sus iguales de la misma edad.
Signos de envejecimiento prematuro
Por el contrario, algunos de estos gusanos presentan signos de envejecimiento prematuro, como la descoordinación de movimientos. Por esta similitud, los científicos los han estudiado para intentar encontrar biomarcadores en ellos que también existan en los humanos.
Predecir supervivencia
Los investigadores del Instituto Buck consiguieron predecir la edad de los gusanos estudiando los perfiles de expresión genética de 104 individuos que cubrían todo el abanico de posibilidades de esperanza de vida de estos nematodos. Además, establecieron la relación entre estos perfiles y el comportamiento y la supervivencia relacionados con la edad.
Genes y edades biológicas
El estudio reveló un conjunto de genes implicados de manera activa en el proceso de envejecimiento. Esta investigación ha sido el estudio más extenso hasta la fecha, con la aplicación de perfiles genéticos, explicaron los científicos.
Según Simon Melov, director del estudio, ésta sería la primera evidencia de que la edad fisiológica puede fijarse de manera no subjetiva. Éste sería un primer paso para predecir, en el futuro, las edades biológicas de los animales en un 70% de las veces, lo que supondría un porcentaje mucho mayor del que se logra en la actualidad.
Medicamentos anti edad
Examinar los biomarcadores proporcionaría a los científicos una base para el desarrollo de pruebas clínicas de medicamentos anti-edad y, asimismo, resultaría un medio para especificar si un individuo está envejeciendo más rápida o lentamente de lo que sería normal para su edad cronológica.
Predecir vulnerabilidades
El gran interés por ubicar dichos biomarcadores del envejecimiento es debido a que facilitarían, por ejemplo, definir vulnerabilidades potenciales de los individuos que podrían aparecer antes de la edad cronológica prevista-, vulnerabilidades que se corresponden con las peculiaridades de cada ser humano-.
De hecho, la velocidad con la que la gente envejece depende de diversos factores, entre ellos la herencia genética, el estilo de vida y la salud mental.
Proteínas
Otros científicos, recientemente, del Max Planck Research Group for Stem Cell Aging en Ulm (Alemania), publicaron otros biomarcadores de la edad biológica de una persona, en este caso un grupo de proteínas.
Los investigadores examinaron los telómeros (tramos finales de los cromosomas humanos), que tienden a acortarse con el tiempo provocando la inestabilidad de los cromosomas y el envejecimiento celular.
El acortamiento de dichos telómeros y el daño sufrido por el ADN lleva a una reacción específica en las células humanas, que en esas circunstancias liberan las proteínas estudiadas.
Un aumento significativo de la concentración de éstas en la sangre estaría relacionado con el envejecimiento y, por tanto, dichas proteínas pueden ser consideradas también como biomarcadores del proceso biológico natural.