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Mientras el gobierno nacional al servicio del mercado destina este año a la cobertura de salud un presupuesto menor al de 2015, los hospitales públicos no dan abasto para la atención de la población que padece estrés y pánicos, entre otras afecciones.

“…en estos momentos hay una situación dramática en cuanto a generación de nuevas patologías a partir del estrés, la desesperanza, la angustia, pánicos. Nos están sobrepasando los turnos disponibles en cuanto a salud mental, hay mucha gente que no podés atender porque no hay más turnos”, declaró el ex ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, a la radio REALPOLIIK.

Manifestó su oposición a la degradación del ministerio de Salud convertido en secretaria, que significa un recorte presupuestario; algo que” ya se hizo en los años 1958 y 1966 con las dictaduras militares”, con el mismo patrón ideológico de Aramburu y Onganía.

También se pronunció sobre las carencias que están presentando las obras sociales y que, a raíz de la inflación y dolarización de la economía, se ven apremiadas a quitar la cobertura de servicios, aun los esenciales.

Respecto a la actualidad del país, dijo: “Se percibe una incertidumbre muy fuerte en la gente, un desánimo. Lo que es tremendo es, en estos últimos 30 días, su reacción cuando va a comprar a los comercios, todos nos quedamos helados porque los precios son alucinantes. Gran cantidad de gente no puede pagar las expensas porque no tiene cómo, se arman enormes enfrentamientos, rupturas sociales, familiares.”

Lamentó la suba de precios en los medicamentos que repercuten desfavorablemente en la ciudadanía afiliada a obras sociales que no les proveen los necesarios y/o eliminaron la compra con descuento, mientras no hay disponibilidad en los hospitales para su otorgamiento gratuito.

Recordó que la última medición efectuada hace un mes y medio en medicación, dio un incremento promedio de 160 por ciento y con picos de 325 en la aplicada a “tratamientos hormonales, asma y demás imprescindibles”

Gollán consideró que las condiciones de vida de la población hacen más por la salud que el propio sector médico. “… si le damos mejores condiciones de vida a la gente, impacta más sobre la salud, que nosotros reparando” cuando ya es tarde y las personas se enferman o se les niega la prevención específica. En consecuencia, señaló que hoy se observa un fuerte deterioro de la salud.

Otra de sus preocupaciones consiste en que faltan programas, presupuestos, y “la gente no tiene para comer, para vestirse y para abrigarse. En tanto, la actual secretaria de salud de acuerdo con su opinión “nos deja mal parados a nivel internacional”, además de que sin Ministerio “se carece de capacidad nacional para coordinar a todos los ministros de salud de las provincias.”

La obligación del Estado de garantizar la salud

En 2014 y 2015 el entonces gobierno nacional puso en debate “dar vuelta el sistema de salud argentino”- contó Gollán- con el objetivo de terminar con la desorganización y desfragmentación del sistema de salud que retrocedió sin pausa desde hace 50 años. Pero la oposición que ahora gobierna lo frenó.

Cree que es imprescindible dictar normas y que el Poder Ejecutivo tenga la gobernanza del conjunto del sistema dado que se acrecentaron los problemas. “…por el lado estatal porque está cada vez más desfinanciado y, por el lado de las obras sociales, porque están alimentadas de un porcentaje de los salarios de los trabajadores que crecen a la mitad de la inflación de los productos médicos.”

Remarcó la necesidad de disponer de un sistema ordenado y eficiente que no quede librado a las fuerzas y lógicas del mercado. “el Estado debe estar por encima de los intereses sectoriales”.

Atención de la discapacidad

Los discapacitados, durante el periodo gubernamental de Menem dispusieron del “mal llamado Programa Federal de Salud (PROFE), que luego fue "Incluir Salud", interpretándose como una obra social que no llegó a ser.  

Los recursos -explicó el ex funcionario- provenían del estado nacional para pagar los costos de las provincias en la asistencia de este sector poblacional, aunque “no para atenderlo si uno tenía una gastritis. Si uno necesitaba diálisis, rehabilitación, eran atendidos en los hospitales como la gente sin obra social ni prepaga”. Deploró que actualmente no solo se quitaron pensiones, sino que los discapacitados quedan fuera de todo marco asistencial por la ausencia de recursos económicos provinciales.

El presupuesto en salud en 2018 bajó a la mitad con relación al de 2015

Cuando en 2015 el presupuesto era de 7600 millones de pesos, en 2018 terminó disminuyendo a la mitad y “tampoco se pagó nunca a las provincias durante el gobierno de Macri “.

Es así que “…todos los lugares de rehabilitación de personas con problemas de salud mental o discapacidad ahora les han sacado la cobertura que tenían, la pensión no contributiva, y con eso- subrayó el ex ministro- han perdido la posibilidad de acceder a todo tipo de tratamientos. Si uno me pregunta cómo se puede resolver esto, la verdad yo en este marco no lo veo.”

Macri corrupto

A través del neoliberalismo se pretende expandir este patrón de reducción de la calidad de salud de la gente en toda Latinoamérica, y con una Justicia que según Gollán no se ocupa de la población vulnerable en ningún aspecto y es “absolutamente corrupta”.

“…a mí que me digan que el que va a transparentar la Argentina es Macri no me lo creo, por favor no me tomen el pelo. Es un corrupto de toda la época, con procesos, salvado de estar preso por la famosa Corte, de la cual muchos que forman parte del gobierno eran denunciantes.”

La gran diferencia entre el hospital público y el privado

Es una situación difícil de resolver por la cantidad de intereses que entran en juego. “Cuando fui a La Pampa a organizar un sistema de salud que me habían pedido -relató Gollán- donde el hospital público iba a cumplir un rol y a los polis consultorios de primer nivel de complejidad lo iban a financiar las obras sociales en su conjunto, ahí todos salían ganando supuestamente.”

Pero “el Colegio de Profesionales se opuso porque a ellos no les convenía, porque le iba a sacar trabajo a médicos particulares en sus consultorios. El problema es que ellos no atendían ni sábados ni domingos y la gente se enfermaba y tenía que ir al hospital. Quiero decir que no es fácil de hacer, y ni hablemos de cuando uno tiene que tomar medidas vinculadas al acceso del medicamento.”

Concluyó: “soluciones hay, pero se requiere que todos los sectores cedan un poquito en función del bien común, que no es la ganancia, sino que la gente pueda acceder en condiciones de equidad a salud de calidad. Es un desafío.”