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Los niveles altos del colesterol malo ya podrían estar dañando las arterias de los jóvenes desde los 20 años, por lo que los especialistas aconsejan la práctica de ejercicio y comidas saludables.

Una investigación siguió durante dos décadas a gente que -al comienzo de la misma- contaba entre 18 a 30 años. Encontraron que cuanto más colesterol poseía cada joven, se predispuso en su futuro a contraer una enfermedad cardíaca y/o accidente cerebrovascular (ACV).

"Lo habitual es no preocuparse mucho por el peligro de enfermedad cardíaca hasta que se llega a la mediana edad, dado que es raro sufrir un ataque cardíaco en la juventud", dijo el doctor Mark Pletcher, de la University of California en San Francisco.

"Sin embargo, importa considerar este aspecto en los jóvenes. El daño que se produce en sus arterias coronarias probablemente acarrea sus consecuencias más tarde", añadió Pletcher, quien dirigió el estudio publicado en Annals of Internal Medicine.

El equipo observó datos de más de 3.200 jóvenes. Aquellos con niveles elevados de colesterol malo (LDL), resultaron más propensos a generar una enfermedad cardíaca más adelante, sin importar la suma de colesterol en la adultez.

Los investigadores indicaron que las conclusiones no implican que los jóvenes necesariamente requieran medicamentos para reducir su colesterol, pero sí deberían hacer ejercicios  y protegerse en las comidas.

"La dieta y el ejercicio serían más importantes que la medicación para disminuir el colesterol en los adultos jóvenes", sostuvo Pletcher.

La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que los mayores de 20 años controlen su colesterol una vez cada cinco años.

Las personas con una lectura de 200 miligramos por decilitro de sangre corren riesgo de enfermedad cardíaca.

Las embarazadas que tuvieron diabetes durante un embarazo pueden volver a desarrollar la enfermedad.

Un equipo halló, tras un seguimiento, que ese trastorno aumentaba con cada embarazo anterior :del 41 por ciento después del primero, hasta el 57 por ciento luego de dos gestaciones diabéticas.

La diabetes gestacional aparece hacia el final del embarazo e incrementa el nivel de azúcar en sangre por una alteración de la insulina. Rara vez causa malformaciones congénitas, pero las complicaciones que provoca llegan a perjudicar la salud de la madre y del bebé.

"Dada su naturaleza silenciosa, es importante identificarla lo antes posible en las mujeres en riesgo y controlarla en el período prenatal", dijo el doctor Darios Getahun, del Grupo Médico de California del Sur de Kaiser en Pasadena.

El equipo de Getahun estudió los primeros dos embarazos de unas 65.000 mujeres y los primeros tres de 13.000 mujeres atendidas en ese centro de salud entre 1991 y 2008.

El 4 por ciento desarrolló diabetes gestacional en el primer embarazo, publica American Journal of Obstetrics and Gynecology, lo que coincide con la tasa poblacional que estima la Asociación Estadounidense de Diabetes.

Esas mujeres fueron 13 veces más propensas a reiterar  la enfermedad en el segundo embarazo que aquéllas sin diabetes gestacional previa.

En el tercer embarazo, el riesgo con dos gestaciones con diabetes creció 26 veces.

Al analizar los datos en detalle, el 44 por ciento de las mujeres a las que se les había diagnosticado diabetes gestacional en el segundo embarazo, pero no en el primero, obtuvo la enfermedad, a diferencia del 23 por ciento de aquéllas con diabetes en el primer embarazo, aunque no en el segundo.

Para el equipo, el consumo relativamente alto de arroz aumentaría los niveles de azúcar y de insulina, lo que podría provocar la aparición de la afección.

Por otra parte, el sobrepeso y la obesidad favorece la recurrencia de la diabetes en el embarazo.

El Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología y la Asociación Estadounidense de Diabetes recomienda que las mujeres en peligro de contraer diabetes tipo 2 reciban información sobre los beneficios de modificar la dieta, hacer ejercicio y adelgazar. Ese grupo incluye a quienes reúnen  antecedentes de diabetes gestacional.

FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology,

Los niños obesos tienden a tener pies más planos que aquellos con peso normal, pero se desconocía hasta ahora si eso predice un problema en la estructura ósea de los pies o, simplemente, se refiere a una acumulación de grasa.

Un nuevo estudio sugirió que serían ambos.

En general, las personas con "pie plano" poseen el arco del pie menos pronunciado, por lo que en un piso mojado, dejan una huella completa en una superficie seca.

Todos los bebés presentan plano pues el arco se forma durante la niñez. No obstante, los niños obesos son más propensos que el resto a mantener el pie plano, según mediciones de las huellas, lo cual se atribuye al sobrepeso que crea un arco "vencido".

Otra posibilidad es que esos chicos simplemente reúnan más grasa en la planta de los pies. Esto es importante porque el pie plano por el arco vencido puede o no causar algunos síntomas.

Algunos menores y adultos sienten dolor y, en el largo plazo, el pie plano provoca dolor en el tobillo y la espalda.

Según un estudio publicado en International Journal of Obesity, un equipo en Australia utilizó ultrasonido para examinarles los pies a 75 niños obesos y a 75 niños delgados de entre 6 y 10 años.

En general, en los niños obesos se observó más grasa acumulada y el arco  más bajo.

Se desconoce exactamente cómo eso afecta, si es que lo hace, la funcionalidad del pie de los niños obesos o acrecienta el riesgo futuro a desarrollar problemas musculoesqueléticos, señaló el equipo de la doctora Diane L. Riddiford-Harland, de University of Wollongong.

Para los autores, se necesitan estudios de seguimiento de un grupo de niños para conocer cómo, en el tiempo, la obesidad y el descenso de peso puede influir en la estructura y la salud del pie.

Aunque, los últimos estudios, ejercieron una mirada positiva hacia el pie plano infantil.

Uno, publicado en Pediatrics en  2009, encontró que en los niños de 11 a 15 años no existía relación entre la altura de los arcos y su rendimiento en pruebas de habilidades motoras, como saltar, mantener el equilibrio y correr.

Es habitual que el pie plano no genere dolor ni precise de un tratamiento especial. Si un niño siente dolor, el médico podría recomendarle el uso de plantillas o fisioterapia.

FUENTE: International Journal of Obesity,

La búsqueda de proteínas en la orina permitiría a los médicos controlar la enfermedad en el riñón y proteger a los pacientes.

Las personas con los mayores niveles de proteína, o albuminuria, tienen al menos un riesgo cinco veces mayor de desarrollar lesión aguda del riñón, escribió el equipo de la Johns Hopkins University, de Baltimore en el Journal of the American Society of Nephrology.

El simple y económico test facilitaría vigilar la aparición de la enfermedad y mejorar el método actual, llamado índice de filtrado glomerular estimado, dijo Hopkins.

La insuficiencia renal aguda, que es común cuando las personas se encuentran hospitalizadas, aparece en el 1,6 por ciento de todos los internados y ocurre cuando los riñones pierden repentinamente la habilidad de filtrar los residuos de la sangre.

La enfermedad es reversible si el paciente es sano, pero a menudo conduce a la enfermedad renal crónica y a una falla que necesita diálisis o trasplante.

"Es potencialmente reversible, aunque no siempre. Y la razón por la cual nos preocupamos tanto por la insuficiencia renal aguda es que lleva a provocar males en el futuro, expone a la gente  a mayor riesgo de muerte y de sufrir enfermedad renal crónica", manifestó el doctor Morgan Grams, que trabajó en el estudio.

El equipo evaluó  a 11.200 pacientes a través de sus registros médicos. A todos se les realizó el test de albuminuria como parte del tratamiento.

Los investigadores detectaron que hasta niveles bajos de la proteína indican el avance de la enfermedad.

La insuficiencia renal llega a emerger cuando a los pacientes se les administra  medicación o líquidos de contraste intravenoso -para hacer visibles sus órganos durante una tomografía computada-, o se cometen procedimientos en las arterias coronarias.

Casi 30 millones de estadounidenses, o el 10 por ciento de la población, sufre enfermedad renal crónica, de acuerdo a la Sociedad de Nefrología. Más de 100.000 personas son diagnosticadas con insuficiencia por año, con la diabetes como la causa más común.

Los médicos poseen una forma clara de medir los factores de riesgo para la enfermedad crónica. Examinan los niveles de creatinina sérica, un subproducto de la destrucción muscular en la sangre y ajustan ciertos factores de riesgo demográficos, como la edad, el género y la etnia.

"Esto deja afuera a toda una población que se ubica  en riesgo de insuficiencia renal aguda", aclaró Grams.

También podría existir una conexión genética. Científicos de Decode Genetics, en Islandia, hallaron una asociación entre una simple variación de letra en el código genético y las concentraciones de la creatinina sérica, la proteína que indica la presencia de la enfermedad renal crónica.

Este descubrimiento llevaría a mejores formas de tratar y prevenir la enfermedad renal, escribieron en la revista de la Biblioteca Pública de Ciencias, PLoS Genetics.

Muchas terapias innovadoras encaradas por médicos, estudian el uso de células madres adultas extraídas de la médula ósea y de la sangre, no de embriones para superar diversas enfermedades.

Las células madres de adultos se aplicarían satisfactoriamente. Un examen detallado al respecto, más entrevistas con decenas de expertos, revelaron una gran variedad de tratamientos potenciales.

Estas células se hallan bajo investigación en pacientes que sufren de esclerosis múltiple, ataques al corazón y diabetes.

Algunos resultados preliminares sugieren que las células madres ayudarían  a prevenir amputaciones de piernas. Una evaluación reciente reportó que también sirven para restaurar la vista de pacientes cuyos ojos han sido lesionados por productos químicos.

Los transplantes de células madre adultas se han convertido en un salvavidas en terapias de cientos de miles de personas con leucemia, linfoma y otras enfermedades sanguíneas.

"Esta es una de las historias más exitosas sobre la biología de las células madre y nos da a todos mucha esperanza", dijo el doctor David Scadden de la Universidad de Harvard, quien  recalcó que las células madre son utilizadas para hacer injertos de piel. "

La esperanza por ahora se encuentra en espera para las células madre embrionarias, que inicialmente fueron cultivadas en un laboratorio en 1998.

La controversia sobre su uso fue el telón de fondo que llevó a la decisión del ex presidente George W. Bush de restringir fondos federales para su exámen.

Entre los defensores se encuentran la ex primera dama Nancy Reagan, los actores Michael J. Fox y Christopher Reeve.

Los detractores, por su parte,  se oponen a que los embriones humanos sean destruidos para cultivar las células.

Las células embrionarias podrían algún día aplicarse para cultivar tejidos de reemplazo, o como material terapéutico para tratar enfermedades con la diabetes y la enfermedad de Parkinson.

Una compañía de biotecnología anunció que iba a seguir adelante con un análisis preliminar en pacientes con lesiones en la médula espinal. Otra compañía esta planeando un estudio con enfermos con problemas de ojos.

En el corto plazo, las células madre embrionarias pueden dar más resultados como herramientas de laboratorio, para conocer más sobre el origen de una enfermedad y probar posibles medicamentos.