El estudio del lenguaje corporal se popularizó en el decenio de 1970, cuando los expertos comenzaron a analizar el vínculo entre los gestos físicos y la sinceridad. Desde entonces, se han ido elaborando una lista de señales, de pistas, que indican si un interlocutor miente: evitar el contacto visual, tocarse la boca al hablar, juguetear con los dedos... Todos estos gestos serían una forma del cuerpo de delatar que la persona incurre en la mentira.
El doctor Ekman, consultor de la serie de FOX Miénteme, afirma que hay determinados tics físicos que muestran si la persona al hablar a otra dice la verdad o intenta engañarla.
"Los seres humanos aprenden en su infancia a manipular las emociones faciales para adaptarlas a las situaciones sociales, pero esto supone que, con el tiempo, también podrán manipularlas para engañar", sostiene Calin Prodan, médico residente del Centro de ciencias de la salud de la universidad de Oklahoma, en Oklahoma City. Además, esta habilidad “se lleva desde el patio del colegio hasta el lugar de trabajo.
"Así, por ejemplo, una persona que esté enfadada con un superior es capaz de utilizar una sonrisa "social", en lugar de fruncir el ceño, cuando está pidiendo un aumento."
En su estudio de la mentira, Ekman se ha centrado en las microexpresiones, pistas del rostro casi imperceptibles para los legos; y en las miniexpresiones, señales que denotan los sentimientos reales o el significado que ocultan las palabras que se pronuncian.
"Los mensajes corporales están ocultos a la vista de todos -concuerda la doctora Elaine Wilkes, terapeuta y autora de Nature's Secret Messages: Hidden In Plain Sight (Mensajes secretos de la naturaleza: ocultos a la vista de todos)-. hay que buscarlos."
Tanto Wilkes como Ekman utilizan el ejemplo de alguien que diga "sí" con la voz y "no" con el cuerpo. "A menudo observo que cuando alguien dice "Sí, lo puedo acabar en plazo" mueve ligeramente la cabeza a los lados -cuenta Wilkes-. Si veo ese gesto, sé que es imposible".
"Sonará manido, aquello de que "Los ojos son el espejo del alma", pero quizás sea cierto", comenta Prodan.
Hay tres pistas comunes relacionadas con el contacto visual: un parpadeo excesivo, movimiento de los ojos a la izquierda y falta de contacto visual.
Un parpadeo rápido y la falta de contacto visual revelan que el cerebro está trabajando. Dicho de otro modo: decir la verdad es una operación más sencilla para el cerebro, pero la persona que está hablando no se está sintiendo cómoda con lo que dice. Sin embargo, probablemente la señal más conocida para detectar la mentira es que una persona mire hacia arriba o a la izquierda cuando habla. El lado derecho del cerebro, donde reina la imaginación y donde nace la osadía, está vinculado al lado izquierdo del cuerpo.
En el estudio del lenguaje corporal, una barrera o bloqueo físico es lo que se utiliza para proteger o distanciar a una persona de las demás. La psicología subyacente vuelve a ser, también en este caso, la incomodidad.
Para detectarlo hay que buscar los gestos como los brazos cruzados, una rodilla cruzada sobre la otra para distanciarse de otras personas o de los objetos cercanos. Una taza de café sobre un escritorio, una carpeta a la altura del estómago o una silla de escritorio colocada estratégicamente son barreras que se encuentran en los lugares de trabajo y con las que hay que tener cuidado.
Si alguien se lleva las manos a la boca al hablar, significa que no está seguro de lo que dice, explica Wilke.
Del mismo modo, las comunidades médica y psicológica concuerdan en que la mano izquierda (o el lado izquierdo, dominado por el hemisferio derecho, como se ha dicho) está vinculada a la percepción de uno mismo. Esto es útil a la hora de hablar con alguien que mantenga la mano izquierda en un bolsillo, o a la espalda, especialmente en un entorno laboral.
"Si fuera a pedir un aumento y quisiera una respuesta sincera, yo no estaría conforme hasta que la mano izquierda estuviera bien a la vista", comenta Wilke.
El lenguaje corporal, las microexpresiones y el contacto visual pueden darnos indicios de engaño y falsedad, pero la lectura más fiable proviene de un profundo y prolongado estudio del rostro y el cuerpo para establecer unas líneas de conducta básicas: lo que es el lenguaje corporal "normal" de una persona. "El cuerpo dice lo que pensamos -afirma Wilkes-. El cuerpo no miente."
Fuente: Forbes