PELIGRO DE CARIES Y GINGIVITIS EN EMBARAZO
Varios estudios revelan que las madres son fuentes de bacterias para los niños, pudiendo ser consideradas responsables por su contaminación e infección. Si se suman hábitos perjudiciales y un medio bucal favorable a lesiones, se convierte en una ventana a las infecciones. Por lo tanto, la prevención es siempre la palabra clave para las caries.
Dientes y encías
Los cambios del cuerpo en el embarazo hacen daño a los dientes y las encías, aunque no se llega a la pérdida de piezas dentales.
Por cambios hormonales, el 30% de las embarazadas se exponen a caries y gingivitis.
Caries
Es una enfermedad infecciosa que forma la placa bacteriana, constituida por una proteína de la saliva, restos de alimentos y bacterias, con alta acidez.
En el embarazo la caries aumenta por las náuseas y el reflujo gástrico, que consiste en la invasión de los jugos del estómago hacia la parte superior del tracto digestivo y la boca. Esta situación, en los primeros meses de gestación, aumenta la acidez bucal.
· Contagio
La caries es contagiosa a través del beso y por la cuchara que la mamá introduce en su boca para probar la temperatura de la comida para su bebé,
que luego lleva a la boca de su hijo.
Gingivitis
Es una inflamación en las encías que se torna evidente a partir del tercer mes de embarazo. Aparecen enrojecidas, edematosas, sensibles y con tendencia al sangrado, aún por pequeños estímulos como masticar o cepillarse los dientes.
Su causa es el aumento de hormonas: prolactina y estrógenos, que condicionan cambios en todo el organismo, especialmente en los tejidos de la boca.
La placa bacteriana actúa con mayor agresividad en las encías influidas por las hormonas, la alimentación deficiente, cambio de hábitos alimentarios o pautas de higiene bucal.
Si la gingivitis no se trata, se afectan la salud de la madre y del feto.
Dientes en el bebé
La formación de los dientes se inicia entre el tercer y sexto mes de embarazo. Es importante un aporte de vitaminas A y D y minerales como el calcio y el fósforo para la formación de los huesos y dientes del futuro hijo.
Es necesaria una ingesta de lípidos, ácidos grasos que se encuentran especialmente en el linoleico y el alfa-linoleico, precursores del omega 3 y 6; son fundamentales para el desarrollo del sistema nervioso del bebé.
Son imprescindibles las proteínas que aportan la carne, el pescado, los huevos y la leche para la construcción de todos los órganos del chico.
Incluso, hay que incorporar a la dieta hidratos de carbono como el pan, las pastas y el arroz, al tiempo que se debe evitar el azúcar y los alimentos dulces.
Sialorrea
El exceso de salivación en el embarazo, usualmente en el primer trimestre, provoca alteraciones bucales y náuseas. Si la suma de saliva se acompaña de vómitos varias veces al día, hay que realizar un tratamiento para superar la deshidratación.
Cómo controlar la boca de la mamá
Efectuar una visita periódica al odontólogo.
Aumentar el cepillado de 7 a 10 minutos y en forma enérgica para una buena limpieza; realizarlo a la mañana, luego del desayuno, y antes de acostarse.
Usar hilo dental porque elimina cualquier resto de comida entre los dientes, que puede desencadenar una caries.
Aplicar colutorios específicos, sin alcohol o sustancias corrosivas.
Recomendaciones para la atención de los bebés
No limpiar el chupete con la boca; la madre puede transmitirle bacterias.
No probar alimentos con la misma cuchara con la cual se lo alimenta.
La mamá no debe medir la temperatura de la mamadera introduciendo la tetina en su boca.
No soplar la mamadera para enfriarla.
Cuándo llevar a los bebés al dentista
A partir de los 12 meses porque -ya durante su primer año de vida- es factible que existan procedimientos inadecuados, tanto en la higiene bucal como el amamantamiento nocturno en el pecho y/o biberón.
Fuente: Graciela Bruzzone, especialista en ortodoncia y ortopedia, argentina.