Malos recuerdos: cómo disminuir el disgusto
Científicos de la Universidad de Illinois, en base a un estudio reciente, recomiendan que toda persona que experimentó una circunstancia emocional negativa acarreada por un mal recuerdo, centre su atención en el contexto (ya sea lugar y objetos) y no se detenga en evocar las emociones que siguen haciéndole daño.
Alivio estado anímico
Esta técnica – tras la evaluación de diversas investigaciones al respecto- demostró que es posible reducir las respuestas emocionales contrarias a la salud mental porque alivia el estado anímico.
La angustia
La nueva investigación constató que apartar la mente de la emoción que se ha sentido en un momento determinado, y que fue motivo de tristeza o vergüenza, bajó el nivel de la angustia emocional.
· Qué es la angustia emocional
Llega a inducir ataques de pánico recurrentes más una preocupación por la factible aparición de nuevas crisis; se suman comportamientos fóbicos o cualquier cambio conductual desfavorable.
Las crisis son repentinas e inesperadas y se acompañan de síntomas físicos. Afectan el desempeño del individuo y pueden ser progresivas y con rumbo hacia la discapacidad, especialmente si se complican con agorafobia (miedo irracional a los espacios abiertos y concurridos). A los pacientes les cuesta explicar las sensaciones y los motivos del cuadro.
Los episodios estresantes contribuirían al inicio y mantenimiento del trastorno.
Hay una fuerte asociación con la ideación suicida.
Participación de determinadas regiones cerebrales
El método novedoso tiene una explicación: se da una mayor participación de las áreas del cerebro vinculadas con la regulación emocional y una menor actividad en las relacionadas con las emociones.
Es eficaz y relativamente fácil dirigir el pensamiento en el ámbito en que se presentaron los recuerdos dolorosos, para soslayar sus efectos perjudiciales y sentir un bálsamo, indicaron los investigadores estadounidenses.
En cambio, si la mente se congrega únicamente en las emociones, las personas tienden a estar “peor y cada vez más peor”.
· Depresión
Esto es igual a lo que sucede en la depresión clínica, que “remacha” sobre los aspectos nefastos de un recuerdo, manifestó Florin Dolcos, uno de los expertos integrado a la labor.
Pensar el contexto
Conservar el pensamiento en el contexto significa, por ejemplo, recordar un amigo que estaba en un cierto sitio, o cómo era el clima en ese momento, o en cualquier otro suceso no emocional, que no dejan de constituir las distintas secciones de la memoria.
· Menos exigencia cognitiva
Cuando la mente se ubica en otros detalles, “vaga” en algo completamente distinto, y no se concentra en las emociones negativas.
Sanda Dolcos, otra de las autoras del estudio, añadió que esta actitud es “cognitivamente” menos exigente que intentar reevaluar la experiencia para intentar ver el vaso medio lleno.
· No a la represión
El estudio no aconseja que la mente se reprima dado que a largo plazo ha comprobado que es probable que se incremente la ansiedad y la depresión.
Otra fuente consultada: Universidad de Washington, Estados Unidos