LA CURACIÓN FÍSICA, LA PAZ INTERIOR, EL PODER DE LA MENTE
Y DE LAS EMOCIONES
Uno de los enunciados del escritor indio Deepak Chopra se basa en lo siguiente: es posible desde lo individual construir la paz y proyectarla a todo nuestro entorno, aún en una época en que se vive en medio de desafíos e incertidumbres con guerras, peligro nuclear, e inseguridad.
La mente, las emociones y la sanación física
Autor de 55 libros, sus obras abordan la temática de la espiritualidad, atribuyéndole poder a la mente y a las emociones que ejercen una mutua influencia para alcanzar una sanación física.
El cuerpo se crea a partir de la conciencia y ésta tiene amplia e insospechada capacidad para curar enfermedades y retardar el envejecimiento.
Memoria de la piel, el alma y la vida
La piel, pese a que envejece, guarda la memoria del placer y del dolor, del frío y del calor.
El alma no se ubica en el cuerpo y no muere, es lo único permanente: la muerte es un acto creativo de ella, se renueva y expresa para una nueva vida.
Las enfermedades derivan de comportamientos adictivos
Este escritor y médico manifiesta que todas las enfermedades se relacionan con comportamientos adictivos, no sólo por el consumo de drogas y de alcohol, sino también por la adicción a actitudes que buscan afanosamente resultados propicios, éxito, auto imposición y manipulación; es decir, comportamientos insalubres que acaban siendo fuentes de todos los problemas.
Consejos para conservarse joven pese a la edad cronológica
Cambio de la percepción: Se puede utilizar la enorme capacidad de mutación de la inteligencia por medio de la intención y la percepción. Un buen ejercicio es cambiar la noción sólida que tenemos del cuerpo físico, “viéndolo” cada vez más como energía y transformación.
Metabolizar la eternidad: El cuerpo es casual y el plano del alma no existe en el tiempo, para ello ayuda la meditación sobre todo matinal “situándose en el interior de sí mismo” y desde allí observar el fluir de la realidad; se consigue metabolizar la eternidad con un diálogo interno y constante.
El sueño y el envejecimiento: La edad psicológica domina los marcadores físicos y biológicos. Para sentirse más joven, además del cambio de percepción, es vital el descanso profundo: dormir de forma reparadora, descansar realmente cuando se duerme.
La mala calidad de sueño acelera el envejecimiento. Al contrario, su buena calidad energiza.
Nutrición: El organismo se equilibra con seis sabores: astringente, dulce, amargo, salado, agrio y picante. Los alimentos deben ser frescos y naturales porque aportan más energía.
Se precisan suplementos nutricionales (multivitamínicos con minerales), debido a la gran cantidad de toxinas y tensiones que atentan a diario al organismo.
Coordinación cuerpo-mente y caminata: Hay que aprender a escuchar al cuerpo; los ejercicios que lo facilitan son el yoga y tai-chi que consiguen la conexión adecuada de mente-cuerpo. Asimismo, una respiración conciente eleva la energía de lo físico a lo mental.
Recomienda una caminata enérgica de 10 minutos durante tres veces por día.
Nada de toxinas: Decir no a toxinas emocionales como miedo, depresión, culpa, enojo e ira que actúan sutilmente contra la salud corporal.
Evitar las relaciones humanas tóxicas y el bloqueo del dolor emocional (hay que permitirse sentirlo, ya que no existe peligro si hay un equilibrio entre la mente y el espíritu).
Amor: Dar y recibir amor estimula el sistema inmunológico mediante la forma verbal, atencional (escuchar al otro ininterrumpidamente) y afectivo (tocar, acariciar). El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar.
Flexibilidad y creatividad: La biología joven es flexible con una conciencia creativa para resolver los problemas. Antes de entrar en conflicto, cada persona tiene que pensar cómo transformar la situación sin asumir la actitud de víctima.
Mantenet la mente juvenil: Estar lleno de admiración y de capacidad de asombro, saber reír y jugar y conservar la inocencia
Silencio: Sin silencio no se aprecia la vida; sin otorgarse esta oportunidad se turba el diálogo interno.
Sin apego: Para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego con una genuina intención volcada a un deseo que no perjudique a los demás.