INFARTO PUEDE OCASIONAR OTRO; INFLUENCIA CÉLULAS
MADRE Y SUPLEMENTO DE CALCIO
Un primer infarto de miocardio da lugar frecuentemente a la aceleración de la arteriosclerosis, que es una acumulación de grasa en las arterias y, entonces, puede producirse un segundo infarto al año siguiente de acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature.
Complicaciones para el 90% que sobrevive al primer infarto
Alrededor del 90% de los pacientes si bien sobrevive a un primer infarto, mantiene un alto peligro de complicaciones en su corazón; transcurrido un año: 17,4% sufre nuevamente otro.
Círculo vicioso
Expertos estadounidenses, canadienses, alemanes y holandeses se han referido a un círculo vicioso: un infarto conduce a una inflamación aguda que dificulta la reparación de la lesión cardíaca, que se agrava por la arteriosclerosis y expone a contraer infartos en el futuro.
Lípidos
La contestación inmunitaria al infarto es factible que apure la enfermedad subyacente, por lo que aumenta el tamaño y la inflamación de la placa de ateroma, que son lípidos, manifestó Matthias Nahrendorf, del hospital general de Massachussetts.
Células monocitos
El norteamericano Nahrendorf evaluó a ratones y junto con sus colegas demostró que un infarto incrementa la generación de las células sanguíneas llamadas monocitos, y aumentan el riesgo de rotura de las placas que alcanzan a acarrear un infarto.
Células madres en bazo
“Creemos que los fenómenos detectados en roedores son similares en los humanos por haber hallado el acrecentamiento de las células madres sanguíneas en el bazo de quienes habían acabado de morir de un infarto.”, sostuvo en la nota el estadounidense.
· Perjuicio en arterias coronarias
Esta circunstancia perjudica a las arterias coronarias, lo que significa un riesgo de infarto y de angina de pecho por isquemia (mala oxigenación de los órganos debido a una circulación sanguínea insuficiente.)
· Accidentes vasculares cerebrales y arteritis
Por su parte la arteriosclerosis tiende a crear accidentes vasculares cerebrales y arteritis en los miembros inferiores; todo ello por el exceso de colesterol y de otros lípidos en la sangre, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes y el tabaco. También predomina la herencia genética.
Harían falta terapias selectivas, observando al enfermo completamente y verificando las células madre de su corriente sanguínea.
Células madre
Tras un infarto, las células madre se trasladan de la médula espinal del bazo, dañando este órgano, y amplían la factibilidad de un segundo fallo cardíaco por la producción de más células inflamatorias.
Las correspondientes al bazo viajan a la placa de ateroma; interceptan la circulación de la sangre, crecen y se inflaman; de ahí que sea habitual la reiteración del infarto.
· Tratar la arterosclerosis a partir de las células madre
Una nueva posición terapéutica propone tratar la arterosclerosis apuntando a las células madre de la sangre.
Es un hallazgo: una nueva vía para potenciales terapias antiinflamatorias.
Aunque existen fármacos para atacar el colesterol malo y la hipertensión arterial, ahora se ha explorado cómo la modificación de las propiedades de las células madre sanguíneas afecta al crecimiento de la placa arteroesclerótica.
Suplementos de calcio agrandan el riesgo de sufrir un infarto
Los suplementos de calcio aumentan en un 86 % el riesgo de sufrir un infarto y deberían tomarse "con precaución", dijo un informe publicado en la revista British MedicalJournal.
Consumir calcio de los alimentos no brinda ningún favor cardiovascular significativo, mientras que los suplementos de este mineral llegan a amplificar el despliegue de un ataque cardíaco. Deberían tomarse con precaución.
Así remarcó en la British la investigadora Sabine Rohrmann, de la universidad suiza de Zurich.
· Apoplejías y mortalidad
Dichos suplementos se aconsejan para prevenir osteoporosis en ancianos y mujeres menopáusicas; no obstante, compromete a adquirir apoplejías y mortalidad cardiovascular, según las conclusiones de un estudio conformado en Heidelberg (Alemania) con 24.000 individuos de entre 35 y 64 años.
En el transcurso de once años, los expertos registraron 354 infartos, 260 apoplejías y 267 fallecimientos por esas causas.
· Infarto en 86% de personas
Se detectó que el infarto se presentó en un 86 % de quienes ingerían suplementos de calcio regularmente.
Los participantes que tomaron más de 1.100 miligramos diarios de calcio no experimentaron ningún beneficio para su salud cardíaca y su posibilidad de infarto fue un 31 % mayor que los que utilizaron una suma moderada de 820 miligramos.
· Dieta equilibrada
Una dieta equilibrada de calcio, en pequeñas cantidades a lo largo del día, siempre ayuda al organismo al absorberse; sin embargo, los suplementos incitan incrementos bruscos de los niveles de calcio en la sangre.
En su editorial, el especialista Ian Reid, de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), subrayó que los suplementos de calcio "se encuentran bajo un escrutinio creciente".