El consumo de frutas y verduras ricas en vitamina C es apropiado para evitar enfermedades de las vías respiratorias, que pueden generarse en cualquier época del año y, no solamente cuando hace frío, sino cuando se producen cambios bruscos de temperatura.
Las frutas como uva, ananá o piña, manzana, naranja, mandarina y limón, fortalecen el sistema inmunológico, a la vez que previenen la gripe, el catarro, el resfrío y la neumonía.
La vitamina se halla en verduras como brócoli, cebolla, coliflor, chícharo, repollo, espinaca, papa, rábano y tomate, entre otros, combinándose con agua, lácteos, carne y cereales, debiendo asegurarse un consumo adecuado de fibra.
Lo mejor es preparar agua de sabor con las frutas antes mencionadas, que también contribuyen a la hidratación del organismo.
Asimismo, con las frutas prescriptas se pueden hacer cócteles; mientras que las verduras mixtas sirven para ensaladas y sopa de verduras, sumándose cereales y leguminosas acompañadas con alimentos de origen animal.
Se precisa llevar adelante un menú variado, completo, suficiente y equilibrado para conservar la salud e ingerir raciones en mayor cantidad de verduras y frutas.
En cambio, si bien la proporción tiene que ser menor en cuanto a leguminosas combinadas y productos animales, las tres comidas tienen que contener por lo menos un elemento de cada grupo.
Una alimentación balanceada favorece una mejor calidad de vida, amplía la longevidad y hasta evita gastos provenientes de padecimientos crónico degenerativos que son propiciados por la obesidad.
Nunca está de más recordar que la obesidad –con todas sus derivaciones de problemáticas en la salud- surgen por la ingesta indebida de harinas, como pan, galletas, pasteles o tortas, café o chocolate.
Toda esta información fue recabada en el Instituto Mexicano del Seguro Social y elaborada por la jefa de Nutrición y Dietética del Hospital General de 30, María del Socorro Santiago.