Las personas de la tercera edad tienden a deglutir comidas blandas casi a diario, con poca variedad, por lo que incurren en el error de no incorporar algunos nutrientes y a tragar los alimentos sin masticarlos lo suficiente.
Su incapacidad para triturar alimentos y más aún los más duros obedece a la ausencia de piezas dentales, dientes en mal estado, infecciones bucales, dentaduras incómodas que se mueven y lastiman la encía.
Un anciano precisa diariamente una alimentación variada y equilibrada, que incluya frutas, ensaladas, carne, pescado, pasta y pan.
Comer a gusto es una necesidad. Para ayudarlos, hay que triturarles todo tipo de alimentos, tanto blandos como duros, y que nunca dejen de masticar porque pueden originar una digestión lenta, dolorosa, con peligro de contraer una gastritis o úlcera estomacal.
La masticación debe llevar su tiempo. Los alimentos tienen que convertirse en papilla; el adulto mayor requiere comer de todo en estas condiciones.
Desgaste de dientes y deterioro de la boca por diversas causas
Los dientes sanos, en las personas mayores, se desgastan lentamente de forma natural. La boca también se deteriora por diversos motivos:
Una mala higiene dental y consumo de tabaco.
Sequedad bucal por algunas medicaciones, enfermedades o radioterapia.
Viejas reparaciones dentales estropeadas (empastes, fundas, puentes, prótesis) que retienen el sarro.
Todas estas causas favorecen las caries, la piorrea y la pérdida de los dientes.
Cepillar los dientes luego de cada comida durante tres minutos.
Cambiar el cepillo de dientes todos los meses.
Usar una pasta dental con flúor.
Reponer las piezas dentales faltantes por medio de prótesis que no se movilicen ni duelan, fundas, puentes o implantes, de modo de disponer de una dentadura que les permita triturar los alimentos y favorecer el proceso digestivo.
Mantener una dieta mediterránea que haga hincapié en la ingesta de frutas y verduras.
Visitar al dentista todos los años.
Fuente: R. JUAN CAÑIZARES, médico estomatólogo, Madrid