FIJACIÓN DE GRASAS: EL ALCOHOL NO SIEMPRE ENGORDA
Al inicio de una dieta para adelgazar, lo acostumbrado es que los especialistas indiquen la quita de alcohol.
Sus argumentos se basan en que ostenta azúcar, carbohidratos y etanol.
Destacan que dado que el etanol carece de valor nutricional, es lo primero que el cuerpo quema, y cuanto se come con la compañía de esta bebida deriva en el acopio de grasa.
Mujeres que toman una o dos copas no tienden a engordar
Pero un estudio publicado en el Archives of Internal Medicine descubrió que el sexo femenino que toma una o dos copas por día es menos propenso a elevar su peso.
El metabolismo se adecua al alcohol moderado en cantidad
Los científicos que llevaron adelante la última investigación en la materia, manifestaron su convencimiento de que tomar alcohol a diario de manera moderada adapta al metabolismo para procesarlo; mientras tanto, es muy diferente la situación de la gente que en algunas ocasiones –y no habitualmente- lo ingiere en forma desmedida.
Vino en exceso no quema calorías ni frena la grasa
Las personas que junto con las comidas consume vino en exceso, tanto a diario como los fines de semana, no queman calorías y todo lo que ingresa a su organismo crea grasa.
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Obesidad
El trabajo investigativo implicó el seguimiento de más de 19 mil mujeres durante 13 años. El riesgo de obesidad fue del 30% más en las abstemias en comparación con las que bebían hasta dos copas cada día.
Vino tinto con moderación
Lo novedoso de la investigación es que el sexo femenino que suele beber vino tinto, no necesita dejar de hacerlo siempre que no se exceda y, si su objetivo es bajar de peso, este comportamiento no va contra una dieta de adelgazamiento.
Pero algo es curioso: quien no está familiarizada a una bebida alcohólica (vino) y lo toma circunstancialmente, su cuerpo desconoce cómo quemar calorías y, entonces, obtiene kilos de más.
Efectos contraproducentes por la abundancia de alcohol
Existen efectos contraproducentes, agrupados en la denominación “calorías líquidas”, cuando en una cena se cubre casi el valor calórico diario necesario.
Esto significa que las calorías líquidas se igualan a la suma de calorías alimenticias incorporadas a lo largo de un día, según la nutricionista Susana Aranda del Sanatorio Diquecito de Córdoba, Argentina.
· Ejemplo de una cena
La especialista pone como ejemplo una cena donde se toman dos vasos de cerveza (300 calorías) o un vaso de aperitivo tipo Vermut (200 calorías); después, con la comida se beben dos copas de vino (360 calorías) o un vaso de Fernet con cola (360 calorías).
Finalmente, se agrega un vino frío espumante, cuya copa reúne 150 calorías.
La adición total es de alrededor de 1400 calorías líquidas, a las que se añaden los alimentos que aportan un nivel similar de calorías.
· Qué pasa con quien come dos mil calorías diarias
Aranda remarcó que un individuo con un gasto promedio de dos mil calorías por día, y que incrementa el alcohol según la cantidad señalada en el párrafo precedente, está multiplicando en su cuerpo más de las dos terceras partes del valor calórico que requiere para una jornada.
Bebidas destiladas, vinos dulces, espumantes
Las calorías de las bebidas dependen de su graduación alcohólica.
Las destiladas invariablemente suministran más calorías porque disponen de mayor grado de alcohol, lo mismo ocurre con el azúcar de vinos dulces y espumantes.
· Cerveza
La cerveza, a pesar de que tiene hidratos de carbono, no es la bebida que más calorías brinda debido a que es de menor graduación alcohólica (promedio 5-6 ° de alcohol/100 ml).
El whisky presenta alrededor de 250 calorías en 100 mililitros. Pero lo que incide en el caso de la cerveza es que ésta se toma en mayor cantidad.
· Jugos de fruta con vodka
El vodka contiene 130 calorías cada 100 mililitros; en los jugos se anexa el azúcar de la fruta. Al sentirse tan dulce se experimenta menos el gusto del alcohol y esta situación se torna más proclive a que se tome más.
Absorción estomacal e intestinal
Gran parte del alcohol es absorbido por el estómago y el resto por el intestino delgado.
La intrusión de las calorías se produce antes que las correspondientes a la comida, ya que a esta última le lleva más tiempo la digestión.
El cuerpo, en consecuencia utiliza antes las calorías del alcohol y no maneja la fuente calórica de las comidas. El alcohol es un sustituto; por ende, no usa la grasa como combustible y la almacena en el tejido adiposo.
El alcohol “ahorra” las grasas; el cuerpo echa mano de las calorías de éste en lugar de su propia grasa.
Los males para la salud
La sobre ingesta alcohólica produce los siguientes daños:
Ataca a la mucosa gástrica por lo que se instalan la gastritis y la acidez o reflujo gastroesofágico; agrede al hígado, la mayoría de los bebedores sufren de hígado graso.
Abre el apetito porque genera jugos gástricos; al tomar un aperitivo se siente más hambre al comienzo de una cena.
Desinhibe al sistema nervioso; disminuyen las defensas para evitar mucha comida y la persona no es plenamente consciente de lo que bebe y come.
Deshidrata y para recomponerse hay que beber mucho agua; el dolor de cabeza se relaciona con ello. .
Recomendaciones
Es preferible optar por agua o soda o dos tercios de una copa de vino; evitar aperitivos, el fernet con cola y los tragos.
El agua aplaca la sed.
Se pueden elegir jugos con múltiples vitaminas, aunque no sean reducidos en calorías –por la concentración de azúcar de las frutas- son más sanos.
Otra fuente consultada: Susana Miyar, cocinera