Si se tiene un sobrepeso alto (mayor a 27 del Índice de Masa Corporal) u obesidad (mayor a 30 de IMC), se recomienda exclusivamente la ejercitación cardiovascular o aeróbica, adaptada a las posibilidades de caminar, correr, nadar y hacer bicicleta.
Se admite el uso de la máquina Cross Trainer o bicicleta elíptica, dado que es aeróbica y genera una importante movilización muscular en general.
También en estas condiciones es favorable el ciclismo Indoor, al igual que flexiones y abdominales.
Lo fundamental en estos casos es quemar grasa y tonificar la masa muscular de a poco.
Cuando la persona se halla en un sobrepeso bajo (26 IMC) puede realizar una actividad aeróbica e incrementar la de orden anaeróbica (fuerza).
Es imprescindible la combinación de ambas porque crea músculo, un factor destacable para perder peso. Al bajar kilos y grasa, quedan espacios libres en el cuerpo que deben sustituirse por musculatura.
Por el contrario, si no se adopta este procedimiento, la piel se vuelve flácida y con el riesgo de que la persona sufra un efecto rebote.
El músculo ayuda mucho porque aún durmiendo consume energía.
La prescripción médica de desarrollar actividad física es vital, a la vez que su cumplimiento sea adecuado.
Dieta y ejercicios
Aunque lo más eficaz es la correcta combinación entre dieta y movimiento físico; ninguna por sí sola aporta tan buenos resultados como las dos juntas.
Además, la combinación de varios ejercicios aeróbicos gasta más energía que uno solo.
Correr, bicicleta, remo, natación
Por ejemplo, si una persona quiere correr 45 minutos y le interesa disipar más energía, podría hacer 15 minutos de carrera, otros 15 de bicicleta y rematar con 15 de de remo o natación.
El consumo energético resulta superior en razón de que el cambio de acciones físicas mejora la masa muscular, en tanto se precisa una dieta calórica extra que no repercute desfavorablemente contra el peso.
Fuentes:Israel Ruiz Estrada nutricionista
Facultad de Medicina de la UNT, Argentina.