En la etapa del climaterio, las mujeres suelen sufrir dificultad para dormir, trastornos de ánimo y de humor, variaciones en la vida sexual, sofocos, calores o bochornos, cambios en el peso y en la forma del cuerpo, modificaciones en la piel, aumento de la presión arterial y del colesterol sanguíneo, entre otros inconvenientes.
“La opción más adecuada para enfrentar los síntomas son los tratamientos hormonales que contienen estrógenos como el 17 B estradiol -similar al que produce la mujer-, cuya dosificación y efecto están perfectamente estudiados”, según Silvina Witis, Jefa de Ginecología de LALCEC y asesora del CELSAM, Instituciones argentinas vinculadas al cáncer y a la salud latinoamericana de la mujer.
Para superar el climaterio, junto con el uso de estrógenos semejantes a los que la mujer generaba naturalmente durante su etapa fértil, se incluye a la progesterona.
En la actualidad y mundialmente se utiliza cada vez más la drospirenona, un compuesto muy similar a la progesterona natural.
Ejerce un efecto antimineralocorticoide, es decir, que no se retienen líquidos; el peso no aumenta; y mejora el acné y la seborrea, al igual que el perfil de los lípidos en sangre, indicó la especialista, agregando que estas mejoras impulsan a las mujeres a seguir el tratamiento, “que es un tema clave en la terapia hormonal y que no debe abandonarse por miedo, desinformación o ante el más mínimo incremento de peso.”
Pese a resultar el tratamiento más eficaz para revertir la problemática del climaterio, la especialista dio a conocer que, en general, sólo el 8% de las mujeres se inclinan a favor de la utilización de hormonas “bajo la tutela de su médico y apenas el 12 % conoce los beneficios.”