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FUNCIONES COGNITIVAS MEJORAN

CON CONVERSACIONES AMIGABLES

Sostener conversaciones amables mejora las funciones cognitivas.

También  este comportamiento ayuda  a obtener  resultados prácticos; es así que si una persona habla con un amigo antes de encarar una situación conflictiva o rendir un examen,  tiende a lograr soluciones propicias.

Por otra parte, hablar amigablemente con quien se comparten problemas en común facilita su resolución, cosa que no sucede si se traza una competencia entre ambos. Y lo que es peor, en tales circunstancias, la competitividad  no aporta ningún beneficio para el   cerebro.

Interacciones sociales, leer la mente de los otros

Sobre esta temática se practicó un estudio en la Universidad de Michigan (Estados Unidos), bajo la conducción de Jorge Ybarra, que explicó con claridad que las buenas interacciones sociales hasta permiten profundizar una inclinación  a  leer la mente de los otros y a tener en cuenta su perspectiva.

Destrezas cognitivas, habilidad cerebral

Además apuntó que estos procedimientos conductuales mejoran  destrezas cognitivas, del mismo modo que los juegos mentales impulsan la habilidad del cerebro.

Memoria, auto-monitoreo, capacidad de no distraerse

Fueron evaluados  los efectos de los contactos sociales breves sobre  la memoria,  el auto-monitoreo y la capacidad  de no caer en  distracciones internas y externas.

• Pruebas en jóvenes

Ciento noventa y dos jóvenes se integraron a charlas de alrededor de 10 minutos con la única consigna de conocer a su interlocutor; después debieron afrontar una serie de exámenes cognitivos.

Se constató, entonces, que las conversaciones gratas los favorecieron para el cumplimiento de tareas con el acompañamiento de una buena memoria y alta concentración; en tanto, los encuentros competitivos les originó un bajo desempeño.

En consecuencia, la calidad de las charlas fijó características propias en la mente.

Presiones sociales e inteligencia

El descubrimiento asegura  la conexión entre la inteligencia social y la inteligencia individual. Se trata de un hallazgo que marca un sentido vinculado a las perspectivas evolucionistas, al reconocer que las presiones sociales ejercen influencia negativa en el surgimiento y/o desarrollo de la inteligencia.