La ansiedad por traumas en la infancia o adolescencia podría desencadenar la fibromialgia, de acuerdo a investigaciones recientes que fueron divulgadas en el marco de un foro sobre “Fibromialgia en América Latina”, desarrollado en México.
La doctora Lilia Andrade, reumatóloga mexicana, precisó que al trazarse un comparativo de algunos estudios de pacientes con esta enfermedad, se encontraron con asiduidad acontecimientos traumáticos en su infancia, e incluso en la etapa adulta, como accidentes severos, muerte de un familiar muy cercano, violaciones, y otras situaciones graves.
Otras especialistas, Betina Hernández, docente venezolana, y Patricia Arline Salomón Molina, Directora Editorial del Instituto Científico Pfizer(con sede en México) describieron a la fibriomialgia como el motivo más frecuente de dolor músculo esquelético generalizado, del que aún no se ha establecido una razón concreta, caracterizándose por un dolor crónico en todo el cuerpo, más fatiga intensa durante el día y dificultad para conciliar el sueño.
Las expositoras dieron a conocer en el foro otros síntomas adicionales: malestar urinario, dolor de cabeza como la migraña, movimientos periódicos anormales de las extremidades, en especial de las piernas; dificultad de concentración e inconvenientes para recordar hechos; aumento de la sensibilidad táctil, a la luz, sonidos y olores; prurito generalizado, sequedad de ojos y boca; alteraciones en la audición o la visión y algunos problemas neurológicos de incoordinación motora.
Incluso las expertas revelaron que no hay exámenes de laboratorio que faciliten el diagnóstico de la fibromialgia y que, en general, los médicos recetan análisis en el intento de descartar otras anomalías como tiroides o artritis, entre otras.
En la revisión del paciente, se considera que puede darse la fibromialgia cuando existe dolor al ejercer una fuerte presión sobre 18 puntos que se encuentran repartidos por todo el cuerpo: rodillas, hombros, cuello, glúteos, codos, cadera.