La tripanosomiasis humana africana, conocida como enfermedad del sueño, es parasitaria dependiente de vector.
Los parásitos involucrados son protozoos pertenecientes al género Trypanosoma, transmitidos a los humanos por picaduras de la mosca Tse-tse, las cuales se infectan al alimentarse de humanos o animales que hospedan los parásitos.
Las moscas se encuentran en el África subsahariana y parte de África Central. Sólo ciertas especies transmiten la enfermedad. Diferentes especies tienen diferentes hábitats; generalmente se localizan en la vegetación costera de ríos y lagos, bosques galería y sabana.
Las Tse tse no nacen con el tripanosoma, sino que la afección entra en sus glándulas salivales al succionar sangre de algún humano o animal perjudicado por la tripanosomiasis.
La enfermedad del sueño generalmente está presente en áreas rurales remotas donde los sistemas de salud son precarios o inexistentes. Su intensidad llega a ser variable en diferentes aldeas.
Una mosca infectada multiplica tripanosomas en los tejidos subcutáneos, sangre y linfa, mientras que los parásitos invaden el sistema nervioso central al cruzar la barrera hematoencefálica.
El proceso puede tardar años.
* Infección congénita: el tripanosoma cruza la placenta e infecta al feto.
* La transmisión mecánica es posible.
* Infecciones accidentales ocurrieron en laboratorios a causa de clavarse agujas contaminadas.
La primera etapa de la enfermedad presenta ataques de fiebre, jaquecas, dolores de articulaciones y picazón.
La segunda fase, neurológica, comienza cuando el parásito invade el sistema nervioso central. Se manifiestan: confusión, alteraciones de los sentidos y pobre coordinación. Las alteraciones del ciclo de sueño, sin tratamiento, es letal.
Según el parásito, se observan:
* Trypanosoma brucei gambiense (T.b.g.) en África Central y Occidental. Representa más del 90% de los casos de enfermedad del sueño y produce una infección crónica.
Una persona puede estar infectada durante meses o incluso años sin mayores signos o síntomas. Cuando estos últimos surgen, el paciente frecuentemente se encuentra en una etapa avanzada de la enfermedad con el sistema nervioso central dañado.
* Trypanosoma brucei rhodesiense (T.b.r.) se localiza en África Oriental y región sur del continente. Reúne menos del 10% de los casos y causa infección aguda. Después de unos pocos meses o semanas, la enfermedad progresa rápidamente, instalándose en el sistema nervioso central.
Otro modo de tripanosomiasis se ubica en 15 países de América del Sur y de América Central. Es conocida como mal de Chagas. El agente etiológico es el Trypanosoma cruzi.
Otras especies y subespecies del género Trypanosoma, son patógenas a los animales y ocasionan tripanosomiasis en muchas especies salvajes y domésticas.
Los animales llegan a ser importantes reservorios del parásito. Se infectan por T. b. gambiense, y mueren.
La enfermedad reapareció en varias áreas a lo largo de los últimos 30 años. Los esfuerzos recientes de la OMS y de los programas de control nacionales y de organizaciones no gubernamentales (ONGs) han frenado y revertido la tendencia creciente de reportes de nuevos casos.
La amenaza es del África sub-sahariana y solo una pequeña porción se halla bajo vigilancia con controles regulares.
En la actualidad, el número estimado de enfermos es de 50 mil a 70 mil.
En 2006, el éxito en mantener relativamente bajo el número de casos de la enfermedad del sueño alentó a la OMS, con el aporte de drogas gratuitas elaboradas por Sanofi-Aventis.
La primera larga y asintomática etapa de la enfermedad del sueño por "T.b. gambiense" es uno de los factores que requiere la implementación de un screening activo y exhaustivo de la población en riesgo para identificar pacientes en las etapas tempranas y reducir las transmisión.
Este screening exhaustivo precisa de una mayor inversión en recursos materiales y humanos. En África dichos recursos habitualmente escasean, en particular en las áreas remotas donde la enfermedad incide en forma mayoritaria. Como resultado de la falta de recursos, muchos individuos infectados fallecen antes de ser diagnosticados.
El tipo de tratamiento depende de la etapa de la enfermedad. Las drogas utilizadas en la primera etapa son menos tóxicas, más fáciles de administrar y más efectivas.
Cuanto más temprano se detecta la enfermedad, mejor es la perspectiva de alcanzar una cura.
El éxito de un tratamiento en la segunda etapa depende de la droga que alcance a cruzar la barrera hematoencefálica para atacar al parásito.
Se aplican cuatro drogas que son bastante tóxicas y complicadas de suministrar.
Pentamidine se usa en la primera etapa de la enfermedad del sueño. A pesar de unos pocos efectos indeseables, es bien tolerada por los pacientes.
Asimismo, se aplica Suramin, que provoca ciertos efectos indeseables en el tracto urinario y reacciones alérgicas.
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Melarsoprol es para ambas formas de la infección. Derivado del arsénico, posee muchos efectos colaterales indeseados. El más dramático es un síndrome encefalopático, el cual puede ser fatal (3% al 10%).
Eflornithine: es una molécula menos tóxica; el tratamiento es estricto y difícil de suministrar.