El Chi-Kung y el Tai Chi Chuan tienden a fortalecer las articulaciones, mejoran la circulación de energía y previenen la disfunción de las mismas.
Promueve la salud física y mental. Evita la hipertensión, trastornos digestivos, asma, insomnio, artritis, reumatismo, migrañas, diabetes, trastornos renales e insuficiencia sexual, a la vez que favorece la concentración mental y la capacidad resolutiva de problemas.
Las formas y movimientos visibles son apoyos externos, en los que se sustenta la mente. Mantiene e incrementa la energía vital y proporciona mayor longevidad .
Mejora la circulación y la flexibilidad, elimina la ansiedad y ayuda a alcanzar el equilibrio emocional.
Su objetivo es controlar la respiración de forma que se equilibre la energía y fluya.
Lo ideal es practicarlo al aire libre, en un entorno natural y tranquilo.
Ayuda a los adultos mayores a caminar correctamente, obtener una mejor postura corporal y flexibilidad.
Comienza con distintas caminatas para lograr más equilibrio en la marcha, de manera que la persona se sienta segura físico, mental y emocionalmente.
Supera el arrastre de los pies para evitar tropiezos o caídas. Se flexibilizan las rodillas y una vez que el cuerpo no arrastra lo pies se incluyen movimientos muy suaves y caminatas sin esfuerzo.
Combate el estrés, la depresión y otras enfermedades psicopatológicas. Beneficia los aparatos circulatorio y respiratorio, al tiempo que previene la aparición de enfermedades cardiovasculares u osteomusculares.
Trabaja mucho la zona inferior del cuerpo, introduciendo mejoras en la fuerza muscular y la flexibilidad. Surte un efecto de masaje sobre las vísceras abdominales y pélvica, mientras trabaja la columna vertebral. Relaja las tensiones de hombros y brazos.
Fuente: Fundación Latinoamericana de Terapias Naturales