El sólo hecho de dar un discurso puede afectar el sistema imunológico, causando estrés y un daño en la salud. Esta es una conclusión de un estudio publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”, donde se hace referencia a tensiones sociales que acaban inflamando el sistema inmunológico.
Ciento veinticuatro voluntarios se sujetaron a situaciones sociales incómodas; quienes experimentaron una mayor sensibilidad neural al rechazo social y sufrieron, a la vez, un aumento considerable en la actividad inflamatoria.
“Hay diferencias importantes en cómo la gente interpreta y responde a acontecimientos sociales que estresan; a veces, el desafío de enfrentar una audiencia se vive como algo amenazante y angustiante”, señaló el autor principal del trabajo, George Slavich, estudiante postdoctoral en el Centro de Psiconeuroinmunología Cousins de la Universidad de California en Los Ángeles.
En esta investigación, se analizaron las bases neurales y los procesos biológicos que atentan contra la salud y el bienestar.
De acuerdo a Slavich, los hallazgos ofrecen “más evidencia” de que el estrés social aumenta el peligro de contraer una enfermedad, “ si bien no está claro cómo exactamente se producen estos efectos”.
Esta investigación es la primera que reconoce que las vías neurocognitivas se encontrarían involucradas con las reacciones inflamatorias al estrés social agudo.
“Hay una situación frecuente o crónica que eleva el riesgo de una variedad de trastornos como asma, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares e incluso la depresión”, declaró Slavich.