Se elabora a partir de bacterias benéficas que, al ingerirlas, sobreviven a los ácidos del estómago y llegan intactas al intestino. Dado que el tracto gastrointestinal contiene millones de bacterias, buenas y malas, el yogur compite por ocupar las patógenas.
Es superior en varios aspectos. 220 gramos de yogur contienen el 35-40% de la cuota diaria de calcio. Posee más proteína, calcio, potasio y fósforo que la leche y es una fuente extraordinaria de Vitamina B6, B12, B3 y ácido fólico.
Según la Universidad de Nebraska, Estados Unidos, el mejor es el natural producido con leche descremada. Es preferible agregarle frutas naturales y evitar las combinaciones de azúcares comerciales que ofrece el mercado.
Por cada 100 gr. el yogur brinda 180 mg. de calcio, 17 de magnesio y 240 de potasio, vitamina A, vitaminas del complejo B, yodo y zinc.
Es fundamental su incorporación diaria especialmente en los niños, las embarazadas (contribuye al desarrollo satisfactorio del feto) y los ancianos que suelen padecer deficiencias nutricionales y dificultades de masticación.
Se lo aconseja para dietas de adelgazamiento, por porción de 250 ml. sólo aporta 150 calorías.
Ayuda a prevenir cánceres relacionados con el aparato digestivo y es una auténtica defensa natural contra infecciones y enfermedades digestivas.
Se le atribuye la disminución del colesterol, la reducción de síntomas del síndrome premenstrual (hinchazón, malestar estomacal), y la más rápida recuperación postoperatoria de cirugías abdominales.
Después de un tratamiento con antibióticos, la ingesta diaria de yogur reconstruye la flora endógena intestinal, ayuda así a mejorar el equilibrio microbiano perdido por la acción de esta medicación.
Optimiza el sistema inmunológico, activa las defensas naturales, es un aliado para la anorexia nerviosa.
Un yogur diario minimiza y previene los efectos de la osteoporosis.
Colabora con la disminución de molestias gingivales, sarro y placa. Reduce el mal aliento y las bacterias bucales dañinas.
Es recomendado para combatir la desnutrición y las reacciones alérgicas a proteínas y azúcares de la leche.
Actúa sobre la flora intestinal: supera el estreñimiento y controla la diarrea.
El Instituto de Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España sugiere el consumo de dos yogures diarios para prevenir la reaparición de determinados cánceres(colon y mama) después de una intervención quirúrgica.
Esto se explica porque ciertas cepas de las bacterias presentes en los yogures son capaces de inhibir agentes químicos carcinogénicos (sustancias generadoras de tumores).
No cura el cáncer pero retrasa o se opone a la aparición de tumores, al mejorar la digestibilidad de las grasas, proteínas e hidratos de carbono.
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