Muchos hombres sufren emocionalmente cuando su pareja pierde un embarazo, pero se recuperan más rápido que sus mujeres.
El equipo de la doctora Grace Kong, del Hospital Príncipe de Gales, en Hong Kong, siguió a 83 parejas durante un año después de un aborto natural.
Se usaron dos test para medir el nivel de estrés psicológico en los cónyuges: el Cuestionario General de Salud, de 12 puntos, (GHQ-12) y la Escala Beck de Depresión (BDI). Ningún participante padecía enfermedades mentales.
Tan pronto después del aborto, más del 40 por ciento de los varones padeció estrés psicológico, según el GHQ-12. A los tres meses y al año, las cifras eran del 7 y el 5 por ciento, respectivamente.
Pero, entre las mujeres, el porcentaje fue del 52 por ciento inmediatamente acontecido el aborto. A los tres meses, más del 20 por ciento adolecía de estrés psicológico; a los seis meses, el 14 por ciento y, al año, el 8 por ciento.
Los resultados fueron similares con la BDI: luego del aborto, el 26 por ciento de las mujeres y el 17 por ciento de los hombres obtuvieron altos niveles de depresión; y a los tres meses, el 12 por ciento de las mujeres y el 7 por ciento de los hombres.
Al año, el 10 por ciento de las mujeres y el 7 por ciento de los varones continuaban con síntomas depresivos significativos.
Las mujeres de los matrimonios con problemas fueron más propensas que el resto a experimentarse más deprimidas tras la pérdida del embarazo, igual que las que habían sentido los latidos cardíacos fetales mediante el estudio por ultrasonido antes del aborto.
Pero el único factor independiente que predijo si un hombre desarrollaría o no depresión grave fue la planificación del embarazo.
El estudio halló que los varones fueron más proclives que las mujeres a ser optimistas sobre la posibilidad de futuros embarazos. Para el equipo, eso estaría relacionado con los niveles más altos de estrés emocional en el sexo femenino.
Los resultados, publicados en BJOG, sugieren que el impacto psicológico del aborto en los hombres "no es tan intenso" como en las mujeres. Dado que la pareja sufre la pérdida de un embarazo, el equipo opinó que las intervenciones para ayudarla deberían ser inmediatas.
FUENTE: BJOG: British Journal of Obstetrics and Gynaecology,