Las mujeres consideran al entrenamiento de la fuerza muscular con pesas como una amenaza para su peso corporal.
A pesar de que fortalece los huesos y brinda un impulso metabólico que permite quemar grasa, incluso horas después de realizar el ejercicio, los expertos aseguran que muchas mujeres se resisten a este tipo de actividad por un temor infundado a desarrollar desmedidamente los músculos.
"Las personas que levantan pesas en general son delgadas", dijo Lou Schuler, experto en preparación física. "La idea de que van a aparecer kilos de músculo, de modo repentino en el cuerpo de la mujer porque levanta pesas, es sólo una ilusión falsa".
A diferencia del fisicoculturismo, en el que la meta es estética, el objetivo del entrenamiento de fuerza es volverse más fuerte.
Schuler, autor del libro "New Rules of Lifting for Women" (Nuevas reglas para el Levantamiento de Pesas Femenino), opina que “en la mayoría de las mujeres que engordan eso no se halla en sus genes.” Y agregó que “es necesario un poco de músculo para ayudar a los huesos.
El sexo femenino tiene que levantar pesas lo suficientemente grandes como para ejercer efecto sobre su masa muscular y fuerza; avanzar progresivamente con un peso cada vez mayor y menores repeticiones".
Según el Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de Estados Unidos, sólo el 21 por ciento de las mujeres ejecuta ejercicios de fuerza, “aunque los expertos aconsejan que las adultas cumplan entrenamiento de la resistencia dos o más veces por semana.”
Jessica Matthews, del Consejo Estadounidense sobre Ejercicio, observó que llevar a las mujeres a las salas de pesas de los gimnasios aún es una batalla compleja.
"Un programa de entrenamiento de la fuerza, bien diseñado, es funcional y una gran manera de que las mujeres produzcan y sostengan una masa corporal magra. Eso no generará una apariencia voluminosa", expresó Matthews.
Para la mayoría de las mujeres, Matthews sugiere “entre 10 o 12 y hasta 15 repeticiones con peso moderado para ganar fuerza muscular.”