Se demostró que del estrés psicosocial se desprenden tasas de fertilidad reducida en la mujer. Así concluyó un grupo de investigación británico liderado por la Dra. Germaine Buck, quien adjudicó un 12% de disminución en la concepción.
La relajación es imprescindible cuando al estrés se suma una ansiedad y ambos estados se adueñan de la mujer. El aspecto psicológico es fundamental a la hora en que las parejas buscan un embarazo.
El sistema reproductivo no es ajeno a los factores estresantes y las emociones que, además, perjudican a muchos sistemas del organismo.
Junto al tratamiento clínico se precisa un apoyo complementario, que apunte a facilitar a la paciente más recursos para hacer frente a la angustia, la depresión y los fracasos factibles para embarazarse.
Los expertos hablan de varias herramientas útiles, según las características de cada caso, la personalidad de la paciente y sus hábitos de vida.
Sugieren seguimiento psicológico individual, grupal o terapias complementarias; en tanto, coinciden en la práctica de un enfoque multidisciplinario como el que aporta efectividad en cuestiones que específicamente relacionan la infertilidad con el estrés y la angustia.
Consideran adecuada la incorporación de terapias complementarias al tratamiento clínico de la infertilidad , con el fin de un manejo ordenado y objetivo del estrés, que apunte a resultados que potencien, finalmente, los tratamientos.
Lo ideal es promover la fertilidad desde una perspectiva integral, de acuerdo a la institución argentina Halitus, que desarrolla el programa: “La mente y el cuerpo”. Este plan enfoca ambos aspectos en la pareja infértil, a partir de experiencias de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
En sus últimos avances, dicha casa de estudios, ha tenido en cuenta también la medicina tradicional china y las más recientes conclusiones brindadas por la psicología y el "stress management".
En la conducción de programas a favor de una respuesta satisfactoria del sistema reproductivo, se incluyeron la acupuntura y el yoga para controlar las emociones y el estrés.
La fertilidad se obstaculiza con las exigencias de la vida actual: la mujer asume roles de madre, jefa de hogar y suma tareas profesionales; todo conlleva a una enorme carga de estrés.
Ante tales exigencias, la mujer posterga la maternidad, al mismo tiempo que tampoco puede lograr una concepción ante un estrés pronunciado.
Si bien no es determinante en todos los casos, los aspectos mentales, emocionales y físicos de la infertilidad están entrelazados.
Los motivos psicológicos toman protagonismo. De ahí que hoy es imprescindible tratar por igual la influencia de los factores psicológicos y los fisiológicos..
Fuente: Councelor Programa la mente y el cuerpo: un enfoque holístico de la pareja infértil- Halitus Instituto Médico.