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Un estudio multicéntrico realizado por el centro IVI Buenos Aires, filial local del reconocido Instituto Valenciano de Infertilidad, del cual participaron 1.200 parejas que fueron evaluadas durante los últimos años demostró el impacto del factor masculino en el diagnóstico de la infertilidad.

De acuerdo con este análisis, el 74% de los hombres posee algún tipo de irregularidad en los parámetros de sus espermatozoides, ya sea que se considere su concentración, su movilidad o su morfología; mientras que "por el lado femenino", el 76% de las mujeres presenta alteraciones en su capacidad reproductiva.

"El estudio reveló que las principales causas de infertilidad masculina responden a alteraciones en motilidad y morfología del semen", explicó Fernando Neuspiller, director del IVI Buenos Aires.

Con respecto al análisis minucioso de los factores los resultados locales, que fueron analizados conjuntamente con los de otras 19 clínicas IVI ubicadas en todo el mundo, mostraron que el 49% de los casos de complicaciones están relacionados con la concentración, mientras el 59% con la movilidad.

"Al hablar de infertilidad, hay que tener en cuenta que este concepto se refiere a la incapacidad de una pareja de lograr la concepción tras un año de relaciones sexuales sin medidas anticonceptivas".

De acuerdo con Neuspiller, "la patología puede ser consecuencia de diversos factores como tóxicos testiculares (algunos medicamentos y ciertos hábitos como consumo de tabaco, alcoholismo o uso de drogas), trastornos hormonales, anomalías genéticas e infecciones del tracto urinario".

Cabe destacar que también existe otra problemática que puede inferir -desde el lado masculino- en la posibilidad de concebir un hijo: la carencia de espermatozoides o azoospermia, una condición compleja aunque de baja incidencia poblacional, que si bien reviste gravedad pues imposibilita completamente al hombre, puede tratarse.

Por todo esto es posible afirmar que actualmente y según estadísticas presentadas alrededor del mundo, lo que se denomina "factor masculino idiopático" representa el 30 por ciento de los casos en los cuales una pareja no es capaz de concebir por vía natural.

Sin embargo, existen diversas y novedosas técnicas que permiten, por ejemplo, que los espermatozoides que presentan fallas de maduración y por ende poseen su cromatina o información genética mal compactada, se descarten  y reemplacen -para llevar adelante métodos de fertilización- por otros en "buen estado".

Aunque dependiendo de los casos, la causa directa de la imposibilidad de concebir naturalmente pueda ser atribuida a una u otra parte de la pareja (la mujer o el hombre), los especialistas en infertilidad siempre hacen hincapié en la importancia de abordar la problemática desde ambas ópticas, informando, acompañando y tratando a la pareja, como una unidad.

Esto no sólo suele ser sumamente beneficioso desde lo emocional a fin de asegurar el éxito de cualquier tipo de tratamiento que vaya a realizarse, sino que además suele contribuir al mantenimiento del bienestar del vínculo entre ambas partes, que a menudo por tener que lidiar con este tema puede verse comprometido.

"A menudo la sexualidad de una pareja que debe someterse a tratamientos puede verse comprometida, aunque ese es sólo uno de los aspectos. Entonces, ¿qué se puede hacer para evitar que la pareja atraviese inconvenientes?.

Primero, hablar espontánea y libremente; y segundo -aunque esto ya es tarea del profesional- reconocer lo más rápido posible cuál es el grado de complejidad que presenta una situación, con el objetivo de poder formalizar un diagnóstico y, en caso de que sea necesario, concretar la derivación al especialista pertinente", refirió el doctor Ramiro Quintana, especialista en Medicina Reproductiva y director del Centro Argentino de Fertilidad.

"Finalmente, es sumamente importante que un equipo multidisciplinario guié a la mujer y el hombre en tratamiento. Esto quiere decir que no solo debe considerarse el aspecto médico, sino también el psíquico y emocional."