La menopausia temprana podría afectar a mujeres que se hallan expuestas habitualmente a sustancias químicas existentes en productos para el hogar.
Los químicos se denominan perfluorocarbonos (PFC) y se vienen aplicando en una importante cantidad de elementos, por ejemplo: aquellos destinados para limpieza y mantenimiento de muebles y alfombrados, además de contenedores plásticos para alimentos y vestimenta.
En Estados Unidos, a partir de 2015, no se permitirá su utilización.
No obstante, los PFC permanecen en el ambiente.
Ya el 98% de muestras de sangre mostró los PFC en 2004, oportunidad en que se llevó adelante un estudio oficial en el país del norte.
Entre sus consecuencias, se nombran la baja de los índices de respiración y la generación de daños en los pulmones.
Los PFC son interruptores endócrinos que interfieren el la función hormonal normal, según un estudio realizado en animales.
“Hasta ahora, no se sabía nada sobre sus efectos en las mujeres", dijo la doctora Sarah S. Knox, profesora de la Escuela de Medicina de West Virginia University, Morgantown, y autora principal de la nueva investigación.
El equipo de Knox constató que las mayores de 42 años -con alta concentración de PFC en sangre- fueron más proclives a experimentar la menopausia y a poseer menos estrógeno que el resto de las mujeres.
"Es una correlación, que no significa que podamos admitir que indefectiblemente los PFC siempre provocan menopausia precoz, pero entendemos que estas conclusiones son un signo de alarma que merece que se prosiga investigando el tema”.
El principal inconveniente que acarrea el adelantamiento de la menopausia y la escasa cantidad de estrógeno, es un peligro superior de enfermarse de cardiopatía y osteoporosis.
El Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism se hizo eco de esta preocupación y en el informe publicado sobre el reciente estudio, dio cuenta de que 26.000 mujeres de West Virginia habían bebido agua corriente contaminada con los perfluocarbonos de la planta de DuPont, en los años 2005 y 2006. Los análisis de efectuaron en el transcurso de un proceso judicial.
En la sangre de las mujeres adultas –de entre el total de la población residente en la zona- se encontró un 500 % más de contaminación.
Por lo tanto, se identificaron en el sexo femenino de 42 años, niveles altos de PFC y mayor inclinación a la menopausia.
Entre los 42 y 51 años, las mujeres con más PFC en sangre alcanzaron un 40% de tendencia a ingresar a la menopausia, que las que contuvieron en su corriente sanguínea menos PFC .
La posibilidad se incrementó en las de 51 años en adelante, con una facilidad duplicada de caer en la menopausia, a diferencia de las que con igual edad reunían en su sangre menos sustancias químicas.
Otra particularidad es que el estrógeno decreció a medida que se acrecentaron los PFC.
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Otra fuente: Banco Mundial