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Las personas que han viajado en transportes públicos urbanos con los primeros síntomas de una gripe, han contraído más posibilidad de adquirir enfermedades respiratorias agudas.
El peligro se acrecentaría seis veces, aseguraron investigadores de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, cuando se da un uso continuado de estos medios: autobús, tren o tranvía.
No obstante, los estudiosos reconocieron la factibilidad de adquirir anticuerpos protectores ante una exposición repetida a medios de transporte, aún destacando : “Nunca pudo explicarse con claridad la relación entre la utilización de transporte público y la exposición a un padecimiento de orden respiratorio”.
Pese a ello, los resultados investigativos publicados en la revista BMC Infectious Diseases, demostraron que quienes tomaron un bus o un tranvía, cuando ya presentaban los primeros síntomas gripales,
corrieron más riesgo de acudir al médico en los días subsiguientes.
Se efectuó el seguimiento de 138 individuos en la temporada gripal de 2008-2009: más de la mitad (72) respondió que, tras viajar en transporte público con síntomas anticipatorios gripales, padeció una infección de orden respiratoria y que debió acudir a una atención médica entre los cinco días subsiguientes.
Pudo observarse una “relación estadísticamente significativa”, explicó el profesor Jonathan Van Tam, director del trabajo.
Los expertos comprobaron que los ciudadanos que usaron ocasionalmente el transporte “tuvieron menos probabilidades de desarrollar anticuerpos protectores adicionales contra los virus, en relación con aquellos que mantuvieron una exposición más repetida".
“El peligro en este aspecto es evidente”, remarcó Van Tam, al tiempo que abogó por análisis más exhaustivos para constatar definitivamente dicha asociación.
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