En estos últimos meses se profundizó el conocimiento que ya se tenía sobre el ADN; los científicos avanzaron en temas como el envejecimiento, la producción de vacunas contra la gripe A e identificaron una de las claves biológicas de la inteligencia.
Con adelantos relativos a la secuenciación del genoma humano, ahora se conoce más a fondo cómo está ordenado el ADN de las personas. Incluso se encontraron las causas genéticas de ciertos tipos de enfermedades.
A esto se suma la caracterización del genoma de algunos tipos de cáncer y su comparación con el ADN de las personas sanas. Los investigadores esperan que este dato sirva para diseñar tratamientos más efectivos contra este mal.
La rapamicina es un fármaco utilizado habitualmente para evitar el rechazo de los órganos transplantados, pero una serie de sondeos de laboratorio encontró que también incrementa la vida de los ratones en un 9 a 13%.
Sin embargo, todavía no se puede utilizar en personas porque afecta demasiado al sistema inmune. La buena noticia es que el efecto de la interrupción del sistema de señales relacionado a este fármaco está en plena investigación.
Los resultados son muy prometedores, ya que los ratones llegaron a su mediana edad con huesos y funciones motoras más sanas y con una mejor respuesta a la insulina.
Un nuevo sistema se está desarrollando en Suiza para quemar pequeñas porciones de tejido cerebral a través de ondas de sonido, sin necesidad de realizar una cirugía mayor. La tecnología se llama ultrasonido enfocado de alta intensidad; utiliza rayos que pasan a través del cráneo y destruyen el tejido enfermo al calentarlo.
Asimismo, se trabaja con el fin de usar este sistema para modular la actividad cerebral a través de un ultrasonido de baja intensidad. Los científicos esperan aprovecharlo en el futuro para lograr la estimulación profunda del cerebro de una forma no invasiva. Actualmente este procedimiento se logra a través de la implantación de electrodos en el cerebro, y se usa cada día más para el tratamiento del Parkinson y de otras enfermedades neurológicas.
Un equipo de científicos descubrió que el coeficiente intelectual, una medida usualmente utilizada para medir la inteligencia, está en gran parte determinado por la materia blanca. Esta sustancia incluye a las fibras nerviosas, que contienen a la parte de las neuronas llamada axón.
La famosa materia gris abarca a las otras partes de las neuronas (el cuerpo celular y las dendritas). Como los investigadores también descubrieron que la materia blanca está muy influenciada por los genes, ahora están tratando de identificar las partes del genoma que influyen en el desarrollo de la inteligencia.
Fuente: Pro News Salud
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