El medicamento recién aprobado, llamado "Golimumab", aporta una serie de ventajas considerables sobre otros fármacos generados anteriormente contra la artritis reumatoidea, al punto de que no solo los supera sino que contrarresta y revierte la enfermedad.
· Administración una vez por mes
La novedad es que Golimumab consiste en el primer tratamiento biológico que se administra cada 30 días por vía subcutánea con un aplicador automático muy sencillo; puede ser inyectado por el mismo paciente en su domicilio, sin que recurra a un enfermero o médico.
Así lo destacó el Doctor Luis Pliego, neurólogo y Director de Asuntos Médicos y Regulatorios en el laboratorio Janssen, compañía que presentó pocos días atrás esta opción terapéutica.
Es fundamental el tratamiento precoz
Por otra parte, los resultados satisfactorios se obtienen invariablemente con una identificación temprana de la artritis y el inicio precoz del tratamiento, de modo de evitar que queden secuelas, rigideces, y dolores articulares permanentes.
· Aplicar dentro de los tres meses de aparición de la patología
Lo ideal es comenzar la aplicación de Golimumab por lo menos en el término de los primeros tres meses de aparición de la patología, lo cual asegura su retroceso.
Pero si el paciente pasa más de un año sin tratarse, es factible que experimente alguna consecuencia permanente, aunque todo depende del tipo de artritis reumatoidea.
La mayoría de pacientes recobran su salud
La mayoría de los enfermos logran oponerse al avance de los síntomas cuando cumplen con el uso de Golilumab lo antes posible y sin interrupción, remarcó el Doctor Augusto Riopedre, reumatólogo especialista en el Hospital Argerich de la ciudad de Buenos Aires y presidente de asociaciones de la especialidad.
· Graves características de la enfermedad
No únicamente acorta la expectativa de vida; es dolorosa, discapacitante y difícil de identificar en el marco de las afecciones reumáticas.
La medicina la clasifica como un padecimiento inmune y sistemático, caracterizado por presentar una inflamación crónica de la vaina que recubre las articulaciones corporales.
· Sistema inmunológico, factores desencadenantes
Al ser "autoinmune", sucede que ciertas células en lugar de defender, atacan a las articulaciones; las razones no son comprendidas en su totalidad por la ciencia médica.
No obstante, se reconoce que los factores inmunológicos emprenden el ataque a las propias articulaciones del cuerpo, por influencia genética y posiblemente ambiental.
· Originada por situación muy estresante
Se ha visto que esta reacción hace su brote a raíz de una situación muy estresante y en personas proclives a padecer esta artritis.
Destrucción progresiva articular
Si la inflamación de la membrana sinovial no es adecuadamente diagnosticada y tratada, provoca una destrucción progresiva de la articulación, y acaba causando una incapacidad funcional que perjudica con severidad la calidad de vida.
Más mujeres que varones con este mal
Incide más en el sexo femenino que en el masculino en un promedio que va de tres mujeres por cada varón.
· Entre los 15 y 45 años
Sus daños más crueles se observan en la plenitud de la edad reproductiva, entre los 15 y 45 años; raramente se da en los niños con una cifra de uno de cada mil.
En la población mundial en general la artritis reumatoidea abarca al 1%.
· Síntomas
Es una de las enfermedades “reumatológicas” de más prevalencia. Se acompaña de dolores intensos, hormigueos en manos y pies, pérdida de apetito, episodios febriles y falta de energía, además de los específicos dolores e hinchazón articular.
· Revolución de la medicación biológica
Hace 15 años atrás su diagnóstico era una especie de condena y hoy en día los pronósticos son muchísimo mejores, recalcó el doctor José María Álvaro García, Director de la Unidad de Terapias Biológicas del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid, España.
En el pasado lo único que se manejaban para tratarla eran algunos antiinflamatorios y en dosis bajas.
Desde el año 2000 salieron al mercado las familias de medicamentos “biológicos”, catalogados como revolucionarios por su poder de revertir en buena parte los inconvenientes de la enfermedad.