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LA DEPILACIÓN LÁSER TAMBIÉN RESUELVE

PROBLEMAS HORMONALES

Para quienes poseen vello en zonas que pueden afectar el desempeño social representa la opción ideal. La depilación “láser” puede aplicarse en cualquier parte del cuerpo y en todos los tipos de piel, aunque en las más claras suelen obtenerse los mejores resultados.

Hay tratamientos relacionados con la estética, la cosmética y el cuidado de la piel que no sólo tienen el objetivo de preservar o recuperar la belleza. Tal es el caso de este tipo de depilación definitiva, que si bien puede utilizarse para eliminar los molestos vellos "para siempre", también se emplea para el abordaje de problemas hormonales. 

Entre los inconvenientes de índole hormonal más frecuentes, se encuentra la aparición de pelo terminal (grueso y pigmentado) en diferentes zonas del cuerpo, sobre todo en el rostro, situación que afecta la apariencia e incluso condiciona o pone trabas al desarrollo social de la persona. 

En estas circunstancias, la depilación definitiva es la herramienta más apta para lograr una solución permanente. La técnica "láser" se trata de un equipo de luz pulsada intensa o IPL que, por medio de diversas sesiones, elimina progresivamente el pelo. 

Actúa con eficacia en todas las zonas del cuerpo y diferentes tipos de piel, según el doctor Raúl Valdez, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Austral de la Argentina, quien agregó: "las pieles más blancas o claras son las que obtienen mejores y más rápidos resultados, pues la luz utilizada va directo al pigmento del pelo sin 'confundirse' con el de la piel". 

La técnica no reviste riesgo. “Los únicos requisitos son no estar bronceadas y tener pelos oscuros y en etapa de crecimiento", explicó el especialista. 

Actualmente el láser es usado no sólo para la depilación definitiva, sino también para la remoción de tatuajes, tratamiento de várices, lesiones pigmentadas y para lograr el rejuvenecimiento de la piel. 

Existen fases en lo referido al mantenimiento y cambio del pelo. Algunas zonas crecen a un ritmo, otras lo hacen a otro diferente. Por esto, en tanto algunos pelos atraviesan la etapa anágena (de crecimiento), otros se encuentran en la de telógena y los demás en la catágena (de caída)

La depilación láser por este motivo se concreta en una determinada cantidad de sesiones, habitualmente entre seis y ocho, a razón de una por mes.