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Entre los 20 y 30 años de edad pueden ocurrir tumores testiculares, infecciones o inflamaciones, por lo que los jóvenes deben realizar un auto-examen mensual.

En realidad todo hombre, de cualquier edad, debe examinarse a sí mismo. El procedimiento es el siguiente: presionar cada testículo con los dedos índice y pulgar para localizar alguna protuberancia irregular o nódulos, si se experimentan dolor, enrojecimiento, u otros cambios. Los testículos, sin afecciones, se sienten al tacto como una piedra suave.

Tan pronto se encuentre una irregularidad es necesaria la atención médica. El cáncer testicular, que se produce en general entre los 20 y 40 años, es altamente curable si es descubierto en forma temprana.

Estas recomendaciones las emitió la Asociación Americana de Enfermedades Urológicas, quien también agregó en su documentación la problemática que puede aparejar la próstata, aconsejando al respecto chequeos anuales a partir de los 50 años. Los hombres -con antecedentes familiares de la enfermedad- deben iniciar esta rutina desde los 40 años.

Para el control prostático existen dos exámenes:

• rectal: el médico introduce un dedo en el recto;
• “Antígeno Específico de la Próstata” (PSA), un análisis de sangre que mide la cantidad de proteínas en el torrente sanguíneo y ayuda a indicar si hay presencia de cáncer.

Algunos hombres se niegan a someterse al examen rectal, pero éste junto con el PSA, contribuye a la detección precoz de anomalías para atacarlas de inmediato y llevar una vida saludable.