CONSECUENCIAS POR CONSUMO PROLONGADO DE ALCOHOL Los efectos del alcohol en la salud son adversos y múltiples, a la vez que se suman complicaciones en los ambientes familiar, laboral y social. Deterioro Físico Cuanto más tiempo y más cantidad de alcohol se haya bebido, mayores serán las consecuencias negativas. La cirrosis hepática, o el “Cerebro Húmedo” (Síndrome de Korsakoff), suele producirse después de 15 ó 20 años de beber mucho. La cirrosis, o el daño hepático irreparable, no ocurren sin antes enviar algunos avisos. El alcohol es abrasivo e irrita todas las partes del cuerpo. Su uso continuado puede llevar a la desnutrición y ciertas vitaminas o proteínas no son absorbidas por el organismo. Los problemas se producen progresivamente. Primero no hay síntomas, luego comienza a haberlos, hasta que llegan síntomas graves que limitan la vida muy seriamente. Así, los inconvenientes pasan de ser reversibles a irreversibles o sin posibilidad de mejoría. Sistema Digestivo superior El esófago se inflama y produce esofagitis. Las paredes del estómago pueden sentirse molestas, los músculos volverse fláccidos, se producen ácidos, las mucosas se dañan y se origina gastritis o inflamación de las paredes del estómago. Los síntomas son: acidez, indigestión, vómitos y náuseas constantes. Si los daños sobre los tejidos continúan se padece la úlcera péptica; las zonas musculares se exponen a dolores o a perforaciones, manifestándose dolores de estómago y sangre en las heces, o vómitos. A veces es necesario recurrir a una intervención quirúrgica para extraer los tejidos dañados. A más largo plazo, problemas menos predecibles y más difíciles de controlar, son los cánceres del tracto superior digestivo, al igual que de boca, garganta y estómago. Tracto digestivo inferior El alcohol en el intestino disminuye la capacidad para absorber vitaminas importantes. Esta dificultad de absorción de principios alimenticios fundamentales posibilita otras complicaciones físicas. El páncreas elabora enzimas que transforman las grasas, proteínas y carbohidratos, siendo una parte importante del sistema digestivo. La bebida altera su funcionamiento, pudiendo provocar pancreatitis,diabetes y peritonitis, entre otros trastornos. La mortandad por causa de enfermedades del páncreas es alta (muere el 30% de las personas que padecen pancreatitis). Desde el intestino delgado, el alcohol circula por todos los órganos del cuerpo, y se distribuye por todos los tejidos corporales por medio del flujo sanguíneo. Sistema Nervioso y Cerebro Los daños sobre los tejidos nerviosos obedecen a la acción combinada del alcohol como sustancia tóxica y a la falta de vitaminas, concretamente la B1 o tiamina. Los problemas más comunes son: Neuropatía periférica:Las fibras nerviosas de las piernas y brazos se dañan y se siente debilidad muscular, dolor o calambres después de beber. Es reversible si se deja la bebida, se toman vitaminas y se sigue una dieta adecuada. Enfermedad de Wernicke:Es reversible, afecta a las células del cerebro relacionadas con el pensamiento, sentimientos y la memoria. Produce excitabilidad, desorientación, olvidos y problemas visuales. Se corrige con la abstinencia, vitaminas y una dieta correcta. Síndrome de Korsakoff: Es progresión de la enfermedad de Wernicke y es irreversible. La persona parece estar mentalmente alerta, pero si se observa con atención, se notará que tiene problemas intelectuales que le impiden aprender cosas nuevas o memorizar nada que se le diga. El pensamiento es rígido, no cambia el tema de conversación o sus pensamientos. Confabula. Degeneración Cerebelar. El cerebelo coordina los movimientos y el equilibrio. El acohólico puede sentir dificultades para andar y la recuperación no siempre es completa. Corazón La bebida daña los vasos sanguíneos. El resultado final se conoce como cardiomiopatía alcohólica. El corazón aumenta de tamaño y presenta un tono muscular fláccido; por ello, tiene que hacer más esfuerzo para funcionar bien. El pulso y la presión sanguínea aumentan. Ocasionalmente, la bomba cardiaca se deteriora y “explota”, a causa del exceso de trabajo, causando un fallo congestivo cardíaco. Surgen graves dificultades respiratorias, arritmias cardíacas y edemas que pueden poner la vida en peligro. Hígado A veces este órgano se ve influido por el efecto tóxico del alcohol. Se puede encontrar: Hígado graso: Aumento de la grasa porque se quema un menor número, cuando el alcohol, que es un carbohidrato, está más fácilmente disponible que otros compuestos. Los síntomas son sensación de presencia del hígado bajo el tórax. Si no se deja de beber, las células del hígado pueden inflamarse, produciéndose la hepatitis. Los síntomas son: disminución del apetito, náuseas y vómitos, dolor abdominal, ictericia (altos niveles de bilirubina que dan tono amarillento a la piel y a la parte blanca de los ojos).Es preciso un tratamiento largo y abstinencia completa de alcohol, reposo, dieta y vitaminas. Si la persona continúa bebiendo se forman cicatrices en el hígado que provocan la cirrosis; esta situación es irreversible. La cirrosis puede ocasionar complicaciones y muerte. Algunas consecuencias son: várices esofágicas (venas varicosas ) y ascitis que es una acumulación de líquidos en la cavidad abdominal. En ambos casos ocurre que la cicatrización del hígado evita el paso de sangre a través de los vasos sanguíneos, que conectan el intestino con el hígado. También se da el fallo hepático: cuando el 70 % del hígado está dañado, no funciona; produce estupor, coma y finalmente la muerte. Sistema Respiratorio Los alcoholes de alta graduación ocasionan una baja resistencia a las infecciones y deficiencias nutricionales, por eso los enfermos alcohólicos son más susceptibles a las neumonías y tuberculosis. Además, surgen enfisemas, que provocan dificultades respiratorias y cáncer de pulmón. |
Fuente: psicología on line.com Valencia España