La toma en demasía de alcohol resulta altamente tóxico para el hígado que es un órgano fundamental, ya que sus funciones vitales se basan en la producción de bilis (determinante para la digestión) y la metabolización de triglicéridos, que se consideran la principal fuente de reserva energética del organismo.
Pero el alcoholismo, y cuando se incurre en él en tiempos prolongados, atrae otras complicaciones graves como afecciones de orden cerebral y cardíaco por el acumulamiento de grasas densas en sangre, creando dificultades de circulación; todo ello consecuencia de una deficiente metabolización de las enzimas hepáticas que, a la vez, perjudican la oxigenación.
Estas advertencias fueron formuladas por el jefe de Endocrinología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Miguel Escalante Pulido, en un comunicado de reciente difusión.
El especialista alertó sobre otras enfermedades que acumulan más grasa en la corriente sanguínea: diabetes, obesidad e incluso la edad.
Los diabéticos suman un 75% más de triglicéridos, que la gente que no es alcohólica, mientras que las mujeres en etapa de menopausia experimentan un 30% de triglicéridos de más, en relación con aquellas que no se ven perjudicadas por el exceso de toma de alcohol.
Beber en gran cantidad y asiduamente produce presión arterial elevada, insuficiencia cardíaca, ataque cerebral (se detiene el flujo sanguíneo al cerebro ocasionando derrames), miocardiopatía (el corazón se debilita y agranda sin bombear sangre con eficiencia), arritmia cardiaca (alteraciones en pulsos y muerte cardíaca súbita).
En pocos minutos las células cerebrales empiezan a morir. Existen dos tipos de derrames cerebrales. El tipo más común, llamado ataque cerebral isquémico, es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea o tapona un vaso sanguíneo en el cerebro.
El otro tipo, denominado ataque cerebral hemorrágico, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro. Los "mini-derrames cerebrales" o ataques isquémicos transitorios, ocurren cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe brevemente.
El especialista fijó que junto con la limitación de alcohol es precisa una dieta con bajo contenido graso, especialmente de origen animal, al igual que practicar ejercicio de manera periódica, “caminar media hora diaria es muy aconsejable y accesible”.
Otras fuentes: Asociación Americana del Corazón
Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Derrame Cerebral, EE.UU.