Ya se espera que en poco tiempo más, la terapia celular, que significa un estudio a fondo, particular e individual, de la capacidad de las células madres para restablecer el tejido cardíaco, recuperará a los corazones rotos por infarto de miocardio y evitará la necesidad de efectuar trasplantes cardíacos.
La Fundación Británica del Corazón lanzó una campaña de recaudación de fondos para avanzar en esta investigación de orden internacional, y el director médico de la organización, Meter Weissberg, aseguró que la obtención de los resultados deseados significará un cambio profundo en el tratamiento coronario.
Se sabe que el estudio va en buen camino y “muy pronto habrá terapias a la carta, conformes a las necesidades de cada paciente y eso es más que posible”, afirmó por su parte la investigadora vasca Clara Isabel Rodríguez, directora del Laboratorio de Células Madre y Terapia Celular del hospital de Cruces.
No obstante, la experta opinó que le parece exagerado que se descarten muy pronto los trasplantes, agregando que no hay que fomentar falsas expectativas.
Los trabajos dirigidos en Londres por Peter Weissberg, responsable del programa 'Reparar corazones rotos', apuntan a que en la próxima década los hospitales cuenten con fármacos experimentales para regenerar tejidos cardíacos, de acuerdo a la publicación aparecida en la revista “ 'Jano on Line', donde los especialistas fundamentaron que los mismos serían el mejor método para vencer a los fallos cardíacos.
Ningún experto descarta que la gente pueda desarrollar la posibilidad de recrear ciertas partes lastimadas de su corazón, basando su esperanza en algunos animales como el pez cebra, tritones, ranas y ratones recién nacidos que supieron demostrar –aún desde sus primeros días de vida- que lo lograron. Así se ha dado a conocer en la revista Science.
Incluso en pacientes mayores y enfermos se corroboró que podrían generar nuevos vasos sanguíneos, y hasta también músculo cardíaco, precisó la responsable de la investigación celular vasca “mediante el uso de las células madres adultas del corazón”.
Por otra parte, el Centro de Medicina Regenerativa de Harvard, en Boston, ha difundido recientemente esta posibilidad muy cercana a la realidad en el congreso de la Asociación Americana del Corazón. «Las células del paciente pueden convertirse en la herramienta básica para testar fármacos, lo que sin dudas nos abre las puertas a una auténtica terapia a la carta», concluyó la entidad en su exposición.