TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL: SÍNTOMAS, ORIGEN
SOCIAL Y BIOLÓGICO, TRATAMIENTO
La gente con trastorno de personalidad antisocial no respeta las normas de la sociedad, adopta conductas falsas e intimidatorias y se muestra desconsiderada con los derechos de los demás. Jamás reconoce su enfermedad.
Violencia, delitos
Es factible que este tipo de personalidad lleve a cometer delitos sin arrepentimiento. Predomina mucho más en los hombres que en las mujeres.
La persona es impulsiva, temeraria y hasta violenta.
Angustia
Estos hábitos de conducta son de larga evolución, alteran el desenvolvimiento del paciente y le produce angustia.
Desprecio e indiferencia por sus víctimas
El individuo únicamente respeta las reglas sociales si es amenazado con un castigo; se aprovecha de otros sujetos; saca ventaja de la imparcialidad o bondad de los otros e inclusive experimenta indiferencia y desprecio por sus víctimas.
Encantadores, mentirosos
Los enfermos con personalidad antisocial tienen escasa capacidad para intimar con la gente en general y cualquier relación duradera la basan en algún grado de abuso o negligencia.
Se muestran encantadores y utilizan mentiras y engaños con real placer para que sus relaciones perduren con el fin de dañar.
Sólo se interesan por sí mismos
Viven interesados únicamente en ellos mismos.
Pueden entender las emociones de los otros, pero no se avergüenzan ni sienten culpa por el dolor que llegan a causar.
Reconocen la debilidad ajena para manipular y ganar favores, sin asumir ninguna responsabilidad por sus actos.
Culpan a otros, son autodestructivos
Cuando sus objetivos no se cumplen, culpan a otros.
Muchos pacientes son autodestructivos y sufren porque no disfrutan de las satisfacciones que son producto de relaciones sociales de buena reciprocidad.
Aburrimiento crónico, juego compulsivo, drogas, alcoholismo
Es probable que presenten aburrimiento crónico, irritabilidad y síntomas psicosomáticos con una variedad de cambios anímicos y ansiedad.
Suele dominarlos una inclinación compulsiva al juego y la caída en el alcoholismo y la drogadicción.
Riesgo de suicidio, déficit de atención en su infancia
Prevalece en ellos un alto riesgo de suicidio y un número importante de problemas de conducta que provienen de la infancia; gran parte padeció el trastorno de déficit de atención en su niñez.
Factores y motivos
Lo más probable es que una combinación de factores confluyan en la formación de una personalidad antisocial:
- Influencias del entorno: vida familiar caótica, con falta de supervisión de los progenitores; también es consecuencia de una comunidad que no apoya o gratifica las conductas positivas; en algunas situaciones el entorno refuerza la psicopatía.
- Razones genéticas heredadas o biológicas: los pacientes tienen apenas una leve respuesta ante el estrés y grandes dificultades para mantenerse alerta en su vida diaria. El reflejo frente a una alarma es débil (involuntaria a los ruidos fuertes). Esta relativa insensibilidad afecta su capacidad para aprender a través de la recompensa y el castigo.
- El lóbulo frontal: el área del cerebro que gobierna el juicio y la planificación, parece diferenciarse; hay investigaciones que encontraron cambios en el volumen de las estructuras cerebrales causales de conductas violentas, impulsivas e impiadosas.
· Prevención
Todos los trastornos de personalidad son de por vida.
No hay manera de prevenirlos. Si el entorno social mejora se reduce la gravedad, en especial si el cambio sucede en la infancia y niñez.
Tratamiento
Se utilizan varias técnicas de psicoterapia. En pacientes más jóvenes, se hace terapia grupal familiar para que cambien sus pautas destructivas y se les enseña habilidades para trabajar y relacionarse productivamente y con sensibilidad, mientras se refuerza el apoyo social.
La terapia cognitiva procura que se evite el modo psicopático de pensar.
La conductual aplica recompensas y castigos con el propósito de promover el buen comportamiento.
· Medicación
Se suministran inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS): la fluoxetina (Prozac) y la sertralina (Zoloft), cuya utilidad reside en bajar la agresividad, la ansiedad o depresión.
Es importante iniciar el tratamiento cuanto antes; los hábitos muy arraigados, además de ser imposibles de superar, conducen a que el enfermo no quiera mejorarse.
Según las circunstancias, un tribunal impone el tratamiento.
Fuentes:
Instituto Nacional de Salud Mental, EEUU.
National Alliance for the Mentally Ill
Mental Health America
American Psychiatric AssociationSitio Web: http://www.psych.org/