"La levodopa es el fármaco que brinda un mejor y más eficaz control de los síntomas motores del Parkinson”, lo afirmó la doctora María Rosario Luquin, del Departamento de Neurología de la Clínica Universitaria de Navarra-CIMA, en un encuentro científico organizado por Novartis, en el que se informó sobre la reciente actualización de dicha medicina.
Con el aval de 60 especialistas, se dio a conocer que el uso de levodopa, junto con carbidopa y entacapone, resulta una ventaja adicional, mientras que se aclaró que este conjunto en su suministro oral facilita que un alto porcentaje de la levodopa llegue al cerebro.
“La levodopa es hoy una medicación básica y fundamental”, manifestó también el doctor Pedro J. García Ruiz-Espiga, de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
Este experto explicó que la introducción de la levodopa “refinó el tratamiento, primero con los inhibidores de la dopa descarboxilasa y después con los inhibidores de la monoaminoxidasa".
Agregó que “se introdujeron los inhibidores de la catecol orto metil transferasa (COMT) y de todos ellos, el entecapone ha sido, hasta el momento, el más práctico por su relativa ausencia de efectos secundarios. En este sentido, el entecapone incrementa el efecto de la levodopa en la mayoría de pacientes".
El Parkinson ocasiona un amplio deterioro de los síntomas motores y no motores, causando deterioro cognitivo, dolor, alteraciones del sueño y/o fatiga.
Es la segunda patología neurológica con mayor daños en el mundo. Sólo en España hay entre 75.000 y 85.000 personas afectadas por esta enfermedad.
Según la doctora Mª José Martí, de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Clínic de Barcelona, "aunque los síntomas no motores son más habituales, a medida que el Parkinson avanza, pueden estar presentes ya en estadios iniciales".
Añadió: "Otros síntomas, como pérdida de olfato, alteraciones del sueño, estreñimiento y depresión, pueden anticiparse en más de una década a las manifestaciones motoras clásicas, como el temblor o la lentitud de movimientos".
El 100 por ciento de los enfermos de Parkinson reúnen varios de los síntomas no motores a lo largo de su enfermedad con mayor o menor intensidad.
Algunos de ellos obedecen a la pérdida progresiva de neuronas productoras de sustancias como la dopamina o la serotonina. Otros se han relacionado con los tratamientos u otras causas.
La dopamina es un neurotransmisor relacionado con el desarrollo de adicciones. Es inhibitorio: cuando encuentra a sus receptores, bloquea su tendencia a dispararse. La dopamina esta fuertemente asociada con los mecanismos de recompensa en el cerebro.
Las drogas como la cocaína, el opio, la heroína, y el alcohol promueven la liberación de dopamina, al igual que lo hace la nicotina.
La serotonina son neurotransmisores que se encuentran en varias regiones del sistema nervioso central y que tienen mucho que ver con el estado de animo.
"Cuando los síntomas se experimentan en los periodos en que el fármaco deja de hacer efecto - explicó la doctora Martí- una nueva dosis de levodopa siempre produce una mejoría de los síntomas no motores.
Si estos síntomas son permanentes, es decir, no fluctúan en relación a la duración del efecto del fármaco, la levodopa influirá en ellos dependiendo de si son o no causados por la deficiencia de dopamina", apuntó.
En cuanto a los problemas relacionados con la cognición, Martí afirmó que, "en los estadios iniciales, la levodopa tiende a mejorar la cognición en los primeros años de tratamiento, aumentando la flexibilidad cognitiva, las habilidades visoespaciales, el aprendizaje o la memoria visual y verbal a largo plazo".
"Esta respuesta a la levodopa tiende a desaparecer con la evolución del Mal. Sin embargo, en pacientes con Parkinson avanzado, con o sin demencia, la levodopa no parece producir empeoramiento de la cognición, lo que nos permite seguir utilizándola para el tratamiento de los problemas motores", destacó.
Entre el 30 y el 70 por ciento de los pacientes presenta dolor crónico, en muchos casos sin que haya un motivo claro, y que se llama dolor central.
"Sabemos que la dopamina modula el dolor en diferentes niveles del sistema nervioso y, por tanto, si hay un déficit de dopamina es lógico pensar que el tratamiento con levodopa podría mejorarlo", explicó Martí, destacando: “ se ha observado que el dolor osteoarticular de estos pacientes también se alivia con levodopa".
La fatiga es un síntoma no motor muy común y que invalida al paciente, quien siente cansancio aún luego de esfuerzos de poca intensidad y que se observa en estadios iniciales de la enfermedad.
"En los escasos estudios que se han efectuado, se ha visto que la levodopa mejora parcialmente la fatiga y que en los pacientes que la toman este síntoma progresa de forma más lenta", concluyó Martí.
Otras fuentes: Dr. Miguel Osío Sandoval, especialista en medicina holística, Venezuela
George J. Siegel, ed (1999). «Understanding the neuroanatomical organization of serotonergic cells in the brain provides insight into the functions of this neurotransmitter». Basic Neurochemistry.