PARASITOSIS: INFECCIONES Y GRAVES CONSECUENCIAS,
MEDIDAS PREVENTIVAS
Existen un sinnúmero de parásitos humanos que viven sobre o dentro del organismo y al que le sacan gran parte o la totalidad de los nutrientes, ocasionándole enfermedades y perjuicios.
Entre los parásitos más conocidos se encuentran los protozoos, helmintos y artrópodos, que crecen en ambientes patógenos e infectan a las personas en contacto con estos espacios.
Principales víctimas: menores de cinco años
Los parásitos reúnen diversidad de tamaños, formas y características de supervivencia, y fijan una variedad de infecciones; las principales víctimas son los chicos de menos de cinco años de edad.
Jugar con tierra, llevarse objetos a la boca, manos sucias
Los niños que suelen jugar con tierra, que se llevan a la boca cualquier objeto y que no se lavan las manos antes de comer, son los más proclives a adquirir parasitosis del medio ambiente.
Así lo destacó Mauricio Castillo Barradas, gastroenterólogo adscrito al Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, España.
Otras causas de parasitosis
Muchas veces los parásitos provienen de alimentos, frutas y verduras regados con aguas negras o contaminadas con huevos de ellos.
Lavar, desinfectar, hervir alimentos
Las actitudes imprescindibles para no enfermarse son: lavar, desinfectar y hervir correctamente los productos alimenticios, al igual que asear las manos antes de y después de ir al baño o de probar algún alimento.
Las familias con niños deben desparasitarse cada dos meses
Los chicos son propensos en demasía a infestarse de diversos parásitos que les originan daños generales y, particularmente en la mucosa intestinal, por la presencia de helmintos y protozoos.
Por esta razón, cuando se convive con criaturas, lo recomendable es que toda la familia se desparasite cada dos meses.
Gusanos, amibas, anemia, desnutrición, cansancio crónico
Los helmintos son gusanos como la lombriz intestinal y la tenia; en tanto, dentro del grupo de los protozoos se hallan las amibas, entamoeba histolytica y giardia intestinali.
Las amibas consumen en el intestino los nutrientes de los alimentos y no permiten que el cuerpo los absorba; de ahí, que gran parte de los niños contagiados se ven afectados por anemia, o desnutrición, además de observarse en ellos una imposibilidad para concentrarse junto con un cansancio crónico.
Dolor en el abdomen, diarrea y neumonía
Cada parásito aporta una afección específica: dolor abdominal, diarrea y hasta neumonía, según el tipo.
Áscaris: pulmón, conducto biliar
La áscaris es probable que llegue hasta el pulmón o el conducto biliar, donde genera obstrucción.
Tenia: ojos, corazón, sistema nervioso central
La tenia, reconocida comúnmente como lombriz solitaria, toma caminos distintos: es factible que emigre a los ojos, el corazón o el sistema nervioso central.
Parásito que más aparece: amiba y sus riesgos, disentería
La amiba es el parásito que con más frecuencia aparece y sus síntomas habituales son náusea, dolor abdominal, vómito y diarrea.
También produce la disentería amibial, que es diarrea acompañada de moco y sangre.
Desparasitar a los niños cada seis meses
Por todo lo expuesto precedentemente, es recomendable que los niños se desparasiten cada seis meses, mientras que ellos como sus progenitores tienen que limpiarse constantemente sus manos.
No automedicarse
Jamás hay que incurrir en el error de automedicarse.
Cada parásito precisa de un fármaco exclusivamente destinado para su tratamiento; no hay una medicación única para eliminar a la parasitosis en sus múltiples modalidades.
Cómo no contagiarse, asistencia médica inmediata
La higiene es elemental para contrariar cualquier contagio: un lavado responsable de las manos antes y después de ir al baño, limpiar y desinfectar con un perfecto lavado los alimentos y desparasitar a los miembros familiares e inclusive a las mascotas.
Ante los primeros síntomas, los pacientes necesitan atención médica inmediata para que se encare una asistencia conforme al parásito que deteriora el cuerpo.
Otra fuente: Francisco López Fuerte, jefe del servicio de Gastroenterología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza,