El modo en que la madre resuelve sus emociones relacionadas con la experiencia difícil de tener un bebé prematuro, pudiendo sobrellevar sentimientos de dolor y tristeza, la ayudan a lograr un claro apego mutuo con su hijo, que se traduce en beneficios para ambos.
Un buen vínculo es fundamental para que el chico alcance una adecuada adaptación social y emocional. Esta afirmación corresponde a investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
Especificaron estos autores que las dificultades de crecimiento que llegan a arrastrar los prematuros se desconocen por muchos años, lo mismo que si caerán o no en un riesgo sanitario.
Por ello, remarcaron que la actitud amorosa de los padres ya desde el nacimiento genera seguridad afectiva en el chico.
El especialista Prachi Shah explicó que admitir la situación de contar con un hijo prematuro provoca inconvenientes de adaptación de la madre, como si hubiera parido un bebé con una enfermedad crónica.
Se precisa, entonces, que la mamá afronte y supere el dolor por la incertidumbre de la salud futura de su chico. Lo mejor es abrazarlo y darle cariño.
Las conclusiones fueron publicadas en la revista Pediatrics, luego de que los estudiosos trabajaron con 74 bebés prematuros, es decir nacidos antes de las 36 semanas, y sus respectivas madres.
Evaluaron cómo los sentimientos de las mujeres influenciaron en el desarrollo de los niños.
Las madres con emociones bien resueltas y procesadas tras el nacimiento prematuro mostraron tres veces más inclinación positiva de criar niños con un buen apego, en comparación con aquellas que no acabaron con su pena, dijo Shah.
La investigación halló que la reacción emocional de la mujer en estas circunstancias no depende de su edad, educación, nivel socioeconómico o estado civil, ni siquiera del sexo del hijo. Tampoco si el nacimiento se produjo en un embarazo múltiple, ni del tiempo prematuro del parto o la salud del chico al nacer.
La experiencia del trauma y el dolor por un parto anterior a lo esperado es muy individual y difícil de pronosticar, “debido a que las madres de hijos prematuros sanos corren el mismo peligro de sufrir emociones mal manejadas, tal cual otras mamás con niños que reúnen más problemas”, afirmó Shah.