La enfermedad renal crónica (ERC) afecta mundialmente a más de 500 millones de individuos, que al menos con mayor o menor crudeza, sufren algún tipo de daño renal vinculado a cuadros de hipertensión arterial, diabetes y un aumento del peligro de contraer una enfermedad cardiovascular.
Ocho veces más posibilidad de muerte por disfunción cardíaca
La ERC incrementa ocho veces más –en relación a otros padecimientos- la probabilidad de morir por una disfunción cardíaca.
Sin síntomas hasta un avance predominante, detección precoz
El problema primordial de las afecciones renales es que en general no muestra síntomas hasta que llega a episodios avanzados.
De ahí, que se vuelve fundamental su identificación precoz. Hay medidas terapéuticas que recortan su progresión y consecuencias,
Medidas preventivas
Un signo de perjuicio renal se puede detectar a tiempo para su tratamiento con un análisis simple de sangre y la toma periódica de la presión arterial.
Estos conceptos corresponden a Guillermo Fragale, médico del equipo de Nefrología del Hospital Universitario Austral (HUA) de Buenos Aires, Argentina.
El avance de la ERC es controlable con un diagnóstico temprano y en tanto se atiendan adecuadamente los factores que producen el deterioro del funcionamiento renal.
Manejar los motivos de riesgo
Lo esencial es prevenir y manejar los motivos de riesgo, adujo por su parte Felipe Inserra, nefrólogo a cargo del Programa de Salud Renal de Fresenius Medical Care Argentina.
Prevenir sobre todo hipertensión arterial y diabetes
Para la protección integral de la salud renal, la base radica en adelantarse al impacto de enfermedades sistémicas, sobre todo la hipertensión arterial y la diabetes, las cuales también requieren del suministro de fármacos y la continuidad de una dieta sana,
Tabaquismo, sedentarismo y obesidad
El doctor Pablo Raffaele, director del Centro de Nefrología y Diálisis Fresenius Medical Care - Fundación Favaloro.de la Argentina, al referirse a las medidas aludidas en el párrafo precedente, agregó que se debe evitar el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad.
Alimentación
Los especialistas concuerdan en que la comida debe ser saludable y variada, con la inclusión de alimentos bajos en sodio, potasio y fósforo, azúcar y grasas.
Es decir, la inclusión de platos que no atenten contra el buen desempeño de los riñones,
Aconsejan que se limite la ingesta de frutas secas, nueces, chips de chocolate y coco, y otorgar preferencia a vegetales como los ajíes o la calabaza que poseen escaso potasio..
Otra clave es soslayar el uso de salsa de soja, reemplazándola por vinagre, jugo de frutas, aceite de sésamo o jengibre rallado.
Además, no recomiendan las sopas y condimentos envasados.
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