Hasta ahora, nadie había estudiado si recibir varias vacunas en poco tiempo podía producir consecuencias negativas, por ejemplo, al sobrecargar el sistema inmune de los niños como piensan algunos padres.
Sin embargo, darse 10 vacunas distintas, incluidas la de la gripe y de la tos convulsa, no ejercen ninguna consecuencia desfavorable.
Según expertos de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), estos nuevos resultados –comprobados- contienen un mensaje importante para la salud pública.
"Los padres que piensan en retrasar la vacunación deberían saber que este hecho no reporta ningún beneficio específico, al tiempo que ponen en riesgo a sus hijos y a la comunidad", dijo el doctor David Sugerman, de Epidemic Intelligence Service, de los CDC, en Atlanta.
Los padres pueden descansar tranquilos: dar a sus hijos todas las vacunas a la vez no afectará sus capacidades mentales en el futuro, de acuerdo al nuevo estudio.
"A muchos padres les preocupa que sus hijos reciban demasiadas vacunas tan pronto", sostuvo el doctor Michael J. Smith, de la Escuela de Medicina de la University of Louisville, en Kentucky.
Algunos se saltean la vacunación precisa por temor al autismo y otros prefieren dejar intervalos entre las aplicaciones.
Smith estudió el problema para tranquilizar a los padres. Con un colega, analizaron datos de más de 1.000 preadolescentes que habían sido sometidos a pruebas del coeficiente intelectual (CI), atención, memoria y lenguaje.
Luego, dividieron a los niños en dos grupos: los que habían recibido todas las vacunas a tiempo durante el primer año de vida, y quienes se las habían aplicado más tardíamente o dado sólo algunas.
Según Smith, cuyas conclusiones aparecierom en Pediatrics, el segundo grupo "nunca superó al otro en las pruebas".
Al comparar a los niños, a aquellos que se les habían brindado la mayor cantidad de vacunas en la infancia, con los que habían obtenido un menor número, el primer grupo rindió mejor en 15 de las 42 pruebas.
Investigaciones previas sobre los mismos datos demostraron que el timerosal, un compuesto del mercurio y que antes se usaba como sustancia de preservación en las vacunas, no perjudica las capacidades mentales de los chicos.
FUENTE: Pediatrics,