En pacientes con fibrilación auricular que necesitan cirugía, se ha hallado que la utilización de la droga dabigatrán etexilato (comercializada por Boehringer Ingelheim con la denominación 'Pradaxa') consigue que la anticoagulación oral sea más corta en el tiempo en comparación con el uso de la warfarina.
La dabigatrán etexilato permite en los pacientes la concreción de una intervención quirúrgica con recuperación más rápida, mientras que los ubica frente a un menor riesgo de ictus.
Operación en 48 horas
Este resultado fue alcanzado por la investigación 'RE-LY' difundida en Ciculation, donde se indica que los enfermos tratados con Pradaxa pudieron operarse dentro de las 48 horas -tras la interrupción del tratamiento de anticoagulación- a diferencia de quienes recibían warfarina.
Los topes de administración de fármacos fue el siguiente: 46 por ciento para dabigatrán de 150 miligramos, dos veces al día; en tanto, el 11 por ciento para la warfarina.
Menos tendencia a hemorragias
También los autores dieron a conocer que la interrupción de Pradaxa en el término de las primeras 48 horas de la intervención, logró que hubiera menor tendencia –y pronunciada- de .los individuos a caer en hemorragias perioperatorias, en relación con la etapa similar de interrupción bajo el suministro de warfarina.
Episodios trombóticos
Sin embargo, en procedimientos invasivos que incluyeron la realización de una cirugía de urgencia, verificaron tasas similares de hemorragias y episodios trombóticos en pacientes tratados con ambos fármacos.
· Trombofilias
Son desórdenes coagulatorios que se inclinan a la hipercoagulabilidad, la que provoca un incremento de coágulos.
Seguridad de ambos fármacos
Finalmente, la publicación señala que Dabigratán es tan seguro como la warfina en cuanto a la posibilidad de evitar hemorragias y trombosis en el transcurso del periodo perioperatorio en intervenciones quirúrgicas o acciones invasivas, independientemente de si ambos procedimientos fueron menores y mayores.
Motivos más frecuentes de tácticas quirúrgicas
Las razones que llevaron generalmente a un procedimiento quirúrgico fueron la inserción de un marcapasos o de un desfibrilador (10,3%), intervenciones odontológicas (10%) y formas de diagnóstico (10%), fundamentó el doctor Jeff Healey, de la Universidad McMaster en Hamilton (Canadá).
Qué es la fibrilación auricular
Es un trastorno del ritmo cardíaco que suele traducirse en una frecuencia cardíaca rápida e irregular; se da por inconvenientes del sistema de conducción eléctrica normal del corazón.
Sin anomalías, las cuatro cámaras del corazón (dos aurículas y dos ventrículos) se contraen o comprimen ordenadamente. Entonces, el corazón es capaz de bombear la sangre que el cuerpo necesita sin esforzarse.
- Cuando el corazón funciona normalmente
El impulso eléctrico que le da la señal al corazón para contraerse comienza en el nódulo sinoauricular, que es el marcapasos natural del corazón.
- Irregularidades comunes
La fibrilación auricular presenta aurículas que se contraen vertiginosamente.
Los ventrículos laten mal y el pulso no conserva la continuidad habitual y es apresurado.
En consecuencia, el corazón llega a trabajar con más fuerza y pierde la capacidad de bombear suficiente sangre.
Los anticoagulantes disminuyen el peligro de que un coágulo se traslade al cerebro (accidente cerebrovascular).
Marcapasos artificial
Un marcapasos artificial es un dispositivo electrónico diseñado para generar impulsos eléctricos, con el fin de estimular el corazón cuando falla la estimulación fisiológica o normal.
Estos impulsos requieren de un cable conductor (o electrocatéter) que se interponga entre ellos para cumplir su objetivo.
Otras fuentes consultadas:
Dobrev D, Nattel S. New antiarrhythmic drugs for treatment of atrial fibrillation. Lancet. 2010;375:1212-1223.
Dra. Adriana Sarto del Deparamento de Hematología de la reproducción de Halitus Instituto Médico, Argentina
Fundación Española del Corazón