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EVITAR CEGUERA: CONTROL PERIODICO DE  PRESIÓN OCULAR DESDE LOS 40 AÑOS,  MÁS AUN  CON ANTECEDENTES FAMILIARES

La presión ocular, conocida como glaucoma, debe ser controlada periódicamente, especialmente en personas que cuentan con antecedentes familiares y sobre todo porque -en principio-  nadie se da cuenta que porta esta enfermedad, dado que ocurre en silencio y sin síntomas.

Preservación de la vista

En tanto se detecte a tiempo, la enfermedad se trata y la vista se preserva sin grandes complicaciones.. Si embargo, no por ello, hay que abandonar el control.

Posibilidad de ceguera

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Si el glaucoma se halla en un estado avanzado, los inconvenientes en la visión se tornan muy graves hasta llegar a perderse la vista en su totalidad.

Informar siempre al oculista sobre antecedentes de orden familiar

Siempre que se concurra a un oculista, por cualquier otra consulta, es imprescindible que el individuo que ha tenido o tiene parientes directos con glaucoma, le avise al profesional para que proceda a su medición, de modo que –si la constata- inicie el tratamiento.

Luego de los 40 años hay que efectuar una visita oftalmológica

Los 40 años marcan una edad límite para incorporar el hábito de comenzar con regularidad visitas al oftalmólogo, aun cuando no se padece una lesión visual.

Es una medida preventiva de máximo valor, destacó el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Argentina, Alejandro Collia.

Tan importante- explicó- es vigilar la agudeza de la visión como tomarse la presión ocular.

Características del glaucoma

 

El sistema de drenaje de un ojo (un líquido transparente llamado humor acuoso que se ubica al borde extremo del iris) se tapa. Entonces, el fluido intraocular no drena y el líquido no sale de la pupila para ser absorbido hacia el torrente sanguíneo.

 Al acumularse, causa un aumento de presión en el interior del ojo y daña  al nervio óptico que es muy sensible, al extremo de disipar la visión.

·        En general empieza en un ojo

El glaucoma se da en ambos ojos, aunque suele comenzar en uno solo con posteriores cambios graduales en los dos hasta concluir en la ceguera.

La visión periférica (lateral) es la que se afecta primero por lo que el trastorno es pequeño y es difícil que el enfermo lo note.

Cómo reconocerlo

• visión borrosa;

• dolor de ojos y de cabeza;

• náuseas y vómito;

• aparición de halos color arco iris alrededor de las luces brillantes;

• desaparición repentina de la visión.

Usar lentes siempre recetados

Por último, la jefa del servicio oftamológico bonaerense, Leticia Huarte, alertó que jamás se compren lentes con graduación sin prescripción médica.

Otra fuente consultada: Glaucoma Researh Foundation, San Francisco, EE.UU