La Organización Mundial de la Salud considera que existen cerca de 22 millones de chicos menores de 5 años con obesidad y sobrepeso.
La obesidad se presenta cuando el peso es superior al 20% del normal para la edad. Este problema es importante en los niños, ya que los predispone a ser adultos obesos y a padecer las enfermedades vinculadas a esta condición.
La epidemia mundial de obesidad perjudica a adultos, adolescentes y pequeños. Por tal razón, un equipo de especialistas de Estados Unidos divulgó una serie de consejos para que los padres mantengan un peso adecuado en sus hijos.
Las personas con obesidad corren un peligro mucho mayor de adolecer de problemas cardíacos, artritis, diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Además, esta situación produce baja autoestima y depresión. La obesidad atenta contra la calidad como la expectativa de vida de las personas.
El equipo del Centro Médico Southwestern sostuvo, en primera instancia, que hay que cuidar el peso de los bebés desde el momento en que nacen.
Aún quienes reúnen una tendencia genética al sobrepeso pueden evitar el aumento excesivo de kilos mediante una nutrición sana y ejercicio.
Primero hay que amamantar y después darle comida sólida al bebé cuando se halla listo para ello: en el cuarto o sexto mes de edad, señalo Cindy Cunningham, una nutricionista de la institución.
Cunningham subrayó que hay que aprender a reconocer los signos que demuestran que un niño posee hambre y nunca usar el alimento para calmar su ansiedad o angustia.
* Servir porciones pequeñas y permitir que los chicos repitan si sienten apetito.
* Disponer de frutas o alimentos sanos para que consuman cuando tienen hambre en el transcurso del día.
* Ofrecerles siempre comida sana aunque no las quieran; a veces hay que intentarlo en varias ocasiones antes de que la acepten.
* Utilizar sustitutos de bajas calorías como queso bajo en grasa o leche descremada.
* Alentar a los niños para que hagan actividad física.