Aún las personas que están conformes con su apariencia se muestran ansiosas a la hora de mirarse al espejo, y acaban mostrando sumo descontento con su imagen luego de varias semanas, si inciden en esta práctica en un promedio de más de 10 minutos diarios, de acuerdo a una investigación que partió del Instituto de Psiquiatría de Londres.
Mujeres evalúan su aspecto hasta 38 veces por día
Pero no sólo se gana en ansiedad deteniéndose ante el espejo más de 10 minutos; asimismo, se demostró que las mujeres evalúan su aspecto hasta en 38 oportunidades por día, pese a que suene como una exageración.
Desorden de disforia corporal
Lo acostumbrado es que el comportamiento ansioso se agudice en quienes padecen de la condición “desorden de disforia corporal” (DDC), caracterizada por un sufrimiento continuo por la apariencia.
Sin embargo, ahora se ha entendido que igualmente se encuentran afectados tanto hombres como mujeres que no atraviesan por esta situación anómala, es decir, que gozan de buena salud emocional.
· DDC y estrés
Los pacientes con DDC al enfrentarse a un espejo, y por vivir muy pendientes de su imagen, se alteran con altos picos de estrés.
No es producto fundamental de la vanidad, estrés elevado
Si bien los científicos descartaron que la vanidad sea una consecuencia fundamental, sí descubrieron que los sujetos que controlan permanente su peso y formato corporal, caen en un elevado estrés, publicaron en la revista Behaviour Research and Therapy.
Comparación entre hombres y mujeres
Los especialistas analizaron a 25 individuos con DDC y otro número parejo calificado como saludable.
Así como identificaron que las mujeres se observan 38 veces al día, los hombres lo hacen 18.
Todos los voluntarios se sometieron a una encuesta, tras una primera etapa que consistió en ubicarlos delante de un espejo 25 segundos; el segundo tramo fijó una permanencia en un tiempo superior a los 10 minutos.
Autopercepción
Pasados los 10 minutos, aquellos que no reunían DDC se manifestaron también con signos de ansiedad e insatisfacción consigo mismos, subrayaron los expertos.
Los que no viven pendientes de su cuerpo
Por otra parte, Andrew Hill, colega de la Universidad deLeeds, destacó que los individuos que se miran con poca frecuencia en el espejo, tienen el hábito de enfocarse solamente en las partes de su cuerpo que les agradan", lo que los libera de aplazar su vida detenidos en los detalles que les disgustan.