Existe una peligrosa sinergia entre la bipolaridad y el tabaco.
Estudios científicos han mostrado fehacientemente que las personas con trastorno bipolar reúnen una mayor tendencia al tabaquismo, que viene a ser en ellas un modo de automedicarse.
Baja pronunciada del ánimo
El hecho de fumar cigarrillos en exceso ya significa en los bipolares un signo de alerta que anuncia una disminución significativa de su estado anímico.
Pero estos pacientes son poco concientes de que la nicotina pasa a ser para ellos tal cual fuese un tratamiento farmacológico; en general, la ven más como un hábito que una adicción, lo cual dificulta la tarea de los terapeutas.
Alta adicción y efecto sedante
La nicotina es una droga muy adictiva; es verdad que ejerce un efecto sedante sobre el enfermo bipolar.
Ansiedad interminable
El inconveniente reside en que la sedación no dura casi nada; por el contrario, obliga a consumir más cigarrillos y el cerebro experimenta una ansiedad interminable para mantener los niveles de nicotina en la sangre.
Es así que con el transcurso del tiempo, cualquier sujeto sometido al tabaco, va sufriendo día a día más infortunios también en el orden físico.
El tabaquismo tiene más poder sobre la bipolaridad
El tabaquismo acrecienta su poder sobre el trastorno bipolar por las circunstancias emocionales y/o mentales que éste genera.
Para evitarlo, todo tratamiento debe apuntar a que decrezca la ansiedad.
Frustración
Por otra parte, es crucial que la gente bipolar obtenga técnicas para gestionar con eficacia la frustración, sin dejar de lado la terapia psicológica y farmacológica para sobrellevar los síntomas típicos del trastorno.
El tabaco interfiere en la absorción de los medicamentos
Los individuos con bipolaridad deben saber que fumar cigarrillos es muy factible que se oponga a que su cuerpo absorba la medicación.
De ahí, que aquellos que quieren abandonarlos necesitan someterse a un estrecho control médico, de modo de soslayar la posibilidad de que se magnifique la enfermedad.
· Los antipsicóticos
Los remedios antipsicóticos no son absorbidos tan bien por los fumadores y su organismo los excreta mucho más rápido.
Aunque, además, hay que asumir cuidados cuando los pacientes que toman antipsicóticos acaban de dejar el tabaco: la concentración medicamentosa en la sangre y en el hígado es capaz de ocasionar toxicidad.
70% de fumadores, 60% con depresión grave
Un estudio norteamericano reciente concluyó que el 70 % de personas con trastorno de bipolaridad son fumadores y el 60 % padece depresión grave.
Estrés Postraumático y pánico
Asimismo, otro 60% presenta Trastorno de Estrés Postraumático y un 56 % ataques de pánico.
Finalmente, la nicotina actúa como depresor o como estimulante, en función de la persona, la dosis y su genética.
El tabaco y el café interfieren en el accionar de los medicamentos psicoactivos, al aumentar o reducir su metabolización.
Por todas las razones formuladas, los bipolares requieren un estilo de vida lo más saludable posible.
Fumar los ubica muy lejos de beneficiarse y empeora el cuadro, sumándose los daños físicos.
No utilizar psicoactivos para dejar el tabaco
Es muy importante que los bipolares conozcan que no corresponde la toma de psicoactivos para desistir del tabaco, por ejemplo: Champix/Chantix (vareniclina) o Zyntabac (bupropión), sin consultar previamente a su psiquiatra.
Lo mejor es que se esfuercen por sí mismos a renunciar al cigarrillo sin ninguna medicación.
Fuentes: Burke MV, Ebbert JO, Hays JT. Treatment of tobacco dependence. Mayo Clinic.
Hays JT, Ebbert JO, Sood A. Treating tobacco dependence, Department of Health and Human Services clinical practice guideline. Mayo Clin Proc.
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