Así como se ha confirmado que los enfermos de Alzheimer reaccionan satisfactoriamente ante la música, lo mismo ocurre con la emoción que les despierta la compañía de sus seres queridos, más aún cuando al manifestarles su afecto los estimulan a evocar buenas circunstancias vividas.
De ahí que se recomienda que los pacientes con esta enfermedad compartan con su familia y cuidadores las Fiestas de fin de año, ya que su alteración neurológica no les impide deleitarse con la música y el ambiente.
Hechos claves para que no olviden familia y cuidadores
Nunca se debe olvidar que independientemente de la etapa en que se encuentra un paciente, aún con mermas para pensar, sentir y emocionarse, se halla vivo y tiene derecho a formar parte de las festividades, y hasta su familia y los cuidadores pueden contentarse con su presencia.
Hay que aprovechar al máximo a nuestros seres queridos mientras los tengamos con nosotros, “con una actitud positiva, aceptación y amor, las Fiestas pueden convertirse en un momento maravilloso”, subrayó la psicóloga clínica Marga Marqués, del centro de crecimiento personal Hara (Madrid, España).
El tiempo ni la enfermedad se detienen
Porque ni el tiempo ni la enfermedad se detienen, y quienes cuentan con un familiar cercano afectado de Alzheimer saben que llegará el momento en que su deterioro neurológico, cognitivo y progresivo es irreversible, es muy válido no marginarlos, sino integrarlos a las Fiestas.
Registran el afecto, la cercanía y la calidez de seres queridos
Todos saben que el enfermo, algún día próximo o lejano, ya no los reconocerá. Pero hay que recordar que acaso se trate de un padre o madre, o abuelos, abnegados, cariñosos, experimentados, que -aunque no sean muy conscientes de su entorno- registran el afecto, la cercanía y calidez que reciben de sus seres queridos.