Una reciente investigación confirmó que la hipertensión arterial -no controlada habitualmente- daña la estructura y la función del cerebro, sobre todo a partir de los 40 años de edad.
· Lesión silenciosa y peligrosa del cerebro
En este aspecto, la Universidad de California en Davis, a cargo del estudio, informó que observó una silenciosa y peligrosa lesión estructural del cerebro en gente de edad madura que no disponía de un diagnóstico clínico de presión alta.
Envejecimiento acelerado íntegro de materia gris y blanca
El deterioro –sin vigilar la presión- deriva en un envejecimiento acelerado del cerebro, tanto en adultos hipertensivos como prehipertensivos, perjudicando la integridad de la materia blanca y el volumen de materia gris.
· Perjuicio vascular
Este hallazgo dio cuenta de que un perjuicio vascular del cerebro genera un desarrollo traicionero durante toda la vida y con ramificaciones muy visibles.
· Primer estudio en el mundo
Se acaba de cumplir así la primera labor investigativa que comprobó que se da un deterioro en la estructura del cerebro –al comienzo de la edad madura- debido a la alta presión arterial.
Detrimento cognitivo
Además, se ha constatado que en las personas de edad avanzada, la alta presión arterial suma un quebranto cognitivo al detrimento de la materia blanca cerebral.
· Peligros vasculares
Los resultados, cuya publicación aparecerá en diciembre de 2012 en la revista médica The Lancet Neurology, se acompañan en el artículo respectivo con un énfasis enfocado en ubicar la atención en los motivos de peligros vasculares que envejecen el cerebro, declaró Charles De Carli, coautor de la evaluación y profesor de neurología y director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de UC Davis.
· Controlar la hipertensión desde la juventud
Añadió que el mensaje es muy claro: los individuos pueden influenciar en la buena salud de su cerebro, aún arribando a una edad avanzada, si tratan la hipertensión arterial en su etapa de vida juvenil.
Las personas analizadas mostraron ser normales en un principio en su aspecto cognitivo, aún padeciendo de hipertensión arterial, dado que la ausencia de síntomas no significó nada; cosa que se revirtió con el surgimiento de una sintomatología evidente.
Presión arterial normal
Es normal cuando alcanza una cifra de hasta 120 de presión sistólica y por abajo –como máximo- de 80 de presión diastólica.
Enfermedad cerebrovascular o cardiovascular
La hipertensión expone a un riesgo del 62% de enfermedad cerebrovascular, como un ataque isquémico, y al 49 % de enfermedad cardiovascular.
Es el factor de riesgo más grande de mortalidad.
Más conclusiones: atrofia cerebral, demencia
Otras publicaciones anteriores identificaron relaciones entre la presión arterial elevada y la atrofia del cerebro, que lleva a un desenvolvimiento cognitivo muy disminuido con mayor probabilidad de demencia.
La hipertensión es modificable
Hasta ahora rige la conceptualización de que la hipertensión es modificable para soslayar la decadencia cognitiva en la vejez.
El último análisis, concretado por De Carlis, remarca que disminuir la presión arterial a los 40 años de edad, contribuye a prevenirla al comienzo de la vejez con la consiguiente locura y el quebranto de cognitivo en la ancianidad.
· Detalles del informe
Bajo el titulo "Los efectos de la presión arterial sistólica en la integridad de la materia blanca en los adultos jóvenes: del estudio del corazón de Framingham", se desprendieron datos sobre 579 participantes de Framingham (Massachusetts) que, en promedio, tenían 39 años de edad cuando fueron reclutados en 2009.
Los participantes se dividieron en tres grupos: los que poseían presión arterial normal, los prehipertensos y los que reunían alta presión arterial.
Se tuvo en cuenta como terapia médica apta contra la alta presión la baja en el uso de tabaco.
· Medidas de averías
Fueron utilizadas imágenes por resonancia magnética (MRI, en inglés) para fijar la salud cerebral de los participantes, esgrimiendo varias medidas de control de averías en la materia blanca, como la anisotrofía fraccional, y la solidez de la materia gris.
· Sin tratamiento
En sujetos hipertensos, la anisotrofía fraccional mostró que el desempeño de lóbulos frontales se redujo sin tratamiento en un promedio del 6.5% por ciento, y ellos mismos registraron una disminución de alrededor del 9% de la materia gris en el lóbulo frontal del cerebro.
· Rigidez arterial
Los autores vieron que la rigidez de las arterias, acompañada del transcurso de envejecimiento, crea un aumento de la presión arterial, que a su vez quita la cantidad de flujo de sangre que en la juventud se irriga rumbo al cerebro.