El accidente cerebro vascular es un ataque isquémico por la pérdida de flujo sanguíneo en el cerebro, o hemorrágico debido al sangrado dentro de la cabeza.
El primer tipo es el más habitual, sucede en el 80% de los casos; ocurre a cualquier edad, inclusive en el nacimiento, aunque predomina en los adultos de 60 a 70 años con alta prevalencia desde los 50.
Neuronas se debilitan o mueren por falta de oxígeno
Ambas modalidades de ACV debilitan o matan las neuronas; la falta de llegada de oxígeno hace que las células nerviosas dejen de funcionar.
Las regiones del cerebro lesionadas interrumpen el normal desenvolvimiento de las partes del cuerpo que ellas controlan; las consecuencias de un ataque cerebral suelen ser permanentes, más aún si sucede el fallecimiento celular que no tiene ningún reemplazo.
Cómo reducir las secuelas o la muerte del enfermo
Un reconocimiento inmediato de los signos y la atención médica urgente disminuyen la posibilidad de que el enfermo muera o quede discapacitado.
Cuáles son los síntomas
La sintomatología que precede al ataque se da en su totalidad súbitamente.
La persona debe ser atendida dentro de las cuatro horas del comienzo de los síntomas.
Los más comunes, son:
● Falta repentina de sensación, debilidad, adormecimiento o parálisis imprevistas en el rostro, los brazos o las piernas; generalmente se observa en un único lado del cuerpo.
● Dificultades de un momento a otro para hablar o entender y para ver con uno o con los dos ojos.
● Problemas para caminar; mareo, vértigo, ausencia de equilibrio o falta de coordinación.
● Dolor de cabeza sorprendente y de máxima intensidad.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico se efectúa con la formulación de preguntas al paciente y a su familia; se realizan un examen neurológico y estudios complementarios.
En las primeras horas de acontecido el ACV, sólo es necesario un análisis de sangre, un electrocardiograma y una tomografía.
· Necesidad de un buen diagnóstico
Un buen diagnóstico del motivo del ACV es fundamental para evitar un segundo evento, cuya probabilidad es relativamente alta.
Principales factores de riesgo
Los principales factores de riesgo son: la presión arterial, arritmias, estrés, sobrepeso y obesidad, sedentarismo y consumo de alcohol, drogas y tabaco (los fumadores aumentan cuatro veces el riesgo).
· Identificación de causas
La medicina recurre a estudios cerebrales por imágenes (tomografía computada o resonancia magnética), una evaluación de la circulación extra e intracraneal y un análisis de sangre para verificar si se presentan alteraciones de la coagulación; agrega un electrocardiograma y un ecocardiograma para identificar causas que provengan del corazón.
La rehabilitación es factible
Los pacientes en su mayoría mejoran.
Cabe agregar que los peores desencadenantes ocurren inmediatamente después de acontecido el ACV. Por eso es esencial la velocidad y calidad de la asistencia médica y, a partir de entonces, las mejoras dependen de la expansión del perjuicio cerebral y de un tratamiento exitoso y una posterior rehabilitación.
La recuperación comienza tras finalizar el ataque
El proceso de recuperación se inicia tan pronto ha terminado el ataque y cuando la persona ya se halla médicamente estable.
Algunas mejoras resultan espontáneas y dependen de cómo se desenvuelve el cerebro después de lesionarse.
Los programas de rehabilitación contribuyen a recobrar las habilidades, a aprender destrezas para manejarse con ACV junto con técnicas de adaptación.
Los individuos demuestran una rápida mejoría luego de los primeros meses de haber padecido el ataque; después, requieren esfuerzo y dedicación continuos a lo largo de su vida.
Rehabilitación motora, del lenguaje, psicológica y psiquiátrica
La rehabilitación se aboca al desarrollo del lenguaje y de aspectos motores; incluye una terapia ocupacional para afrontar las secuelas y reinsertar a los sujetos a su vida diaria.
Trastorno de la personalidad, demencia, depresión
Es determinante la rehabilitación psicológica y psiquiátrica porque muchos pacientes experimentan trastorno de la personalidad y hasta demencia.
Incluso vale tratar la depresión, debido a que entre el 40 y 50% de los pacientes atraviesa por estados depresivos como derivación del ACV y que demoran la rehabilitación.
Reconocido igualmente como "stroke", el ACV es la segunda causa de muerte a nivel mundial (sigue al infarto de corazón) y se conforma en la primera discapacidad permanente en adultos (entre el 15 y el 30% de los sobrevivientes se mantiene discapacitado de por vida.)
Se calcula que un ACV se produce cada cuatro minutos y solamente uno de cada cuatro pacientes llega a ser asistido a tiempo.
Uno de cada cuatro personas muere al año de haberlo resistido.
Afecta más a hombres que a mujeres.
Se puede prevenir y tratar, pero la clave está en conocer la sintomatología y buscar atención médica inmediatamente.
Sal, no más de 5 gramos por día
Si se tiene en cuenta que la ingesta de sodio incrementa la hipertensión arterial, y que ocho de cada diez individuos sufren este ataque por ser hipertensos, hay que respetar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS): no sumar a las comidas más de 5 gramos por día.
Fuentes: Fundación INECO e Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, Argentina