ABUSO DE ALCOHOL Y ADICCIÓN: REVELAN VÍNCULO MÁXIMO CON ENDORFINAS
Una investigación acaba de revelar la razón por la cual algunos individuos presentan una inclinación mayor a abusar del alcohol que otros, los que los lleva a ser adictos y dependientes.
Cerebro, placer y recompensa
La nueva labor al respecto, concretada por la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, da cuenta de por qué en estos casos específicos el cerebro de los bebedores abusivos es proclive a recibir más placer o recompensa, luego de tomar y a diferencia del común de las personas.
Pero el novedoso hallazgo amplía los motivos que inducen al alcoholismo y abriría la puerta a una más pronta recuperación.
Factores
Los factores que dan lugar al alcoholismo son biológicos, psicológicos y sociales.
Estudios hechos con anterioridad verificaron en animales que el alcohol ocasiona cambios cerebrales: una mayor tolerancia a medida que los animales fueron incorporando más bebida y un aumento de la dependencia.
Endorfinas, todo el proceso alcohol-placer
Tal cual otras drogas, se sabe que la ingesta alcohólica libera en el cerebro humano endorfinas: compuestos químicos opiodes que se adhieren a algunos receptores asociados a la recompensa y que originan placer.
Lo que se ha descubierto es todo cuanto ocurre en el proceso de alcohol-placer.
Núcleo accumbens y corteza orbitofrontal
Se aplicaron escáneres cerebrales de tomografías PET en 25 sujetos, 13 de ellos mantenían el hábito de beber alcohol y 12 muy poca costumbre.
Las tomografías se efectuaron antes y después de que el grupo en su totalidad tomara alcohol.
La liberación de endorfina fue visible tanto en los bebedores como en los no bebedores, en especial en los sectores cerebrales denominados núcleo accumbens y corteza orbitofrontal.
El placer aparece siempre
Los científicos comprobaron que más allá del alto o bajo consumo alcohólico todos los individuos reciben placer al beber.
Un dato no menos interesante obtenido es que cuantas más endorfinas fueron liberadas por los participantes, fue más grande la influencia sobre el núcleo accumbens, sin que dejara de acaecer el estado placentero por mayor o menor suma de alcohol ingerido.
Intoxicación
No obstante, la excesiva cantidad de endorfinas emitidas en la corteza orbifrontal provocó que los bebedores se intoxicasen, cosa que no aconteció en los que no solían beber.
Grandes cantidades de endorfinas
En definitiva, se ha sacado la conclusión de que las liberaciones de endorfinas conducen a largo plazo al abuso del alcohol, y que las grandes cantidades de endorfinas contribuyen a largo plazo al consumo inmoderado; además, cuando son muchas las endorfinas las bebidas son más placenteras.
Cambio cerebral
En consecuencia, la encargada del trabajo, la doctora Mitchell informó que los cerebros de los alcohólicos o de bebedores con problemas van mostrando cambios que hace que el alcohol les resulte “cada vez más placentero.”
Estos datos favorecen la comprensión del funcionamiento del cuerpo humano en relación con el alcohol, y los expertos consideran que el conocimiento adquirido ayudará mucho más a tratar esta adicción.