Para la ONU casi 4 millones de residentes en la Argentina se alimentan mal y van rumbo a la desnutrición y la Universidad Católica denunció que dos millones de niños sufren hambre, en tanto, el gobierno nacional importa alimentos en mal estado y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires se desatiende del pedido de obispos para superar la precarización
Mientras este mes la Universidad Católica Argentina alertó que el país reúne dos millones de niños con hambre-cifra que irá en aumento por el acatamiento del gobierno nacional a los lineamientos de ajuste establecidos por el Fondo Monetario Internacional- la Organización Mundial de la Salud está elaborando un informe, que presentará a su Consejo de Derechos Humanos, en el que advierte sobre “una seria inseguridad alimentaria” que va en crescendo en la población.
Hila Elver relatora especial sobre el derechos de la alimentación de la ONU, tras su estadía de 10 días en Buenos Aires, resultó muy crítica con la decisión del gobierno de Macri “de aprovechar la crisis económica para promover aún más la agricultura industrial para favorecer el modelo exportador de los grandes productores concentradores de riqueza, sin alentar en forma simultánea políticas que no sigan disminuyendo la capacidad de compra de alimentos por parte de los pobres que ya aumentaron significativamente su número”.
Añadió que la Argentina con 44 millones de habitantes es capaz de producir alimentos para 450 millones de personas y, sin embargo, atenta contra el derecho de la alimentación de los argentinos, intensificando un impacto contrario: “4 millones de individuos enfrentan la imposibilidad de alimentarse conforme a derecho”.
Ante periodistas, Elver adoptó una posición en defensa de los pequeños agricultores que “casi representan el 80% de los productores de la mitad de fruta y verdura que consume el país”, dejando entrever que conforman otro sector poblacional notablemente afectado por la cruel cadena compuesta por los propietarios de grandes campos que terminan absorbiéndolos para su propio beneficio, más intermediarios y distribuidores que les pagan migajas.
Los vulnerables como “los campesinos que no poseen tierras, los trabajadores agrícolas, los migrantes y los pueblos originarios son los que más sufren”, remarcó al tiempo que se lamentó de observar “un ascenso en el número de personas que va a comedores o se salta una comida y que los niños se ven forzados a depender de los comedores escolares para su comida diaria”. Si bien su tema no es la educación, cabría señalar que es igualmente lamentable que las escuelas deban reducirse a un mero asistencialismo.
Por otra parte, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal se desatendió de un grupo de obispos católicos que en una reciente reunión le pidieron que procurara por todos los medios que no avance la precarización de la sociedad a su cargo, que ahora no solo afecta a familias, niños y jubilados, sino también a jóvenes que llegan a la secundaria desnutridos y, por ende, con manifiestas dificultades de aprendizaje.
Desforestación y uso de agroquímicos
La relatora de la ONU denunció que el gobierno argentino fomenta “tasas de deforestación peligrosamente altas” en alrededor de 27 millones de hectáreas por año y para peor tampoco hace nada para contrarrestar el “fuerte incremento en uso de agroquímicos”, entre ellos el glisofato que contamina el agua y el suelo.
Recordó que los productos químicos ejercen -comprobado científicamente- “un impacto serio, hasta letal, en la salud humana" y reprobó que no se reemplacen por elementos biológicos.
Asimismo, demostró su disgusto de que la Argentina es el país de la región que más alienta el ingreso del exterior de productos “ultra procesados”, causantes de sobrepeso en el 60% de la población, incluyendo el 40% de los niños, que a la vez propenden a provocar enfermedades como la diabetes.
Vegetales de Hungría que producen listeriosis en Europa
Productos vegetales húngaros “procesados” fueron importados en agosto por el gobierno de Macri y se vinculan con brotes de listeriosis, entre ellos choclos, ensaladas, maíz y arvejas. El Sistema Europeo de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) avisó que parte de esa producción se exportó a Argentina.
A esta altura de los acontecimientos, cuando el macrismo miente en todos los aspectos, ya pocos podrían estar dispuestos a creer en un Boletín Oficial que dice haber prohibido su venta, cuando la importación está plenamente abierta para todo tipo de elementos manufacturados y no manufacturados, no solo alimentarios sino industriales y con escasos o nulos controles y en detrimento de la producción nacional en todas las áreas.
La listeria monocytogenes es un microorganismo que causa infecciones graves en niños de poca edad, embarazadas, personas mayores y gente con el sistema inmune deprimido.
Atención: cadenas importantes de supermercados abocados a la venta de alimentos en mal estado
Por otra parte, grandes cadenas de supermercados y marcas en la Argentina osaron comercializar en sus góndolas choclo, mix primavera, sopa, relleno para tartas y wok de pollo supercongelados en mal estado. Las empresas responsables son: Día, Jumbo, Molto, La Anónima de la familia del jefe de gabinete nacional Marcos Peña, Carrefour, Erin, Maglia, Great Value, Cifsa y la Compañía Industrial Frutihortícola SA.
En estos años de gobierno macrista hay que prestar suma atención en la compra de alimentos: en las góndolas aparecen productos vencidos y hasta con fechas de caducidad engañosas que borran su término de vida útil, datando incluso de 2017 adulteran los etiquetados para señalar su duración hasta 2019/20.