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Ante notas difundidas en la Argentina por medios no hegemónicos que se refieren a la decisión del Gobierno Nacional de recortar presupuesto con la eliminación de la vacuna contra el meningococo, atentando contra la salud presente y futura de los niños, es interesante la exposición al respecto del Sanatorio Allende de la provincia de Córdoba. Este establecimiento dio precisiones a la Cadena 3, considerando que las vacunas son “herramientas de salud que benefician en forma individual y colectiva y evitan grandes epidemias”.

Con una enérgica crítica, opinó que no es posible exponer a los menores a enfermedades que se tornan definitivas y graves, que es inadmisible que desde la cartera nacional se ataque por primera vez desde hace años la posibilidad de conservar un buen estado de salud, máxime cuando hoy impera en nuestro país la miseria (4 de cada 10 chicos son pobres) y crece la falta de alimentación adecuada sobre la población más vulnerable: niños y ancianos.

Recordó que la Argentina gracias al calendario de vacunas del gobierno anterior logró mantener la erradicación de enfermedades frecuentes en niños y adultos, tales como la viruela, la poliomielitis, el sarampión, la rubéola, la difteria, el tétanos, la hepatitis B, y la meningitis por meningococo, entre otras.

Advirtió el sanatorio que todas las vacunas estimulan el sistema inmunológico “creando anticuerpos que protegen de virus y bacterias”, constituyéndose en excelentes protectoras de la salud futura “de las personas que se las colocan y también de aquellas no vacunadas o susceptibles de contraer ciertas enfermedades”, produciendo un efecto positivo sobre el conjunto de la población.

También no dejó de recordar que han sido paneles de expertos los que confirmaron en reiteradas ocasiones que las vacunas que se conocen en la Argentina y en el mundo son mucho más seguras que las de mucho tiempo atrás. Fundamentos que debiera no olvidar el gobierno actual argentino que cruelmente quiere dejar la salud de la población a los vaivenes del azar.

Sin embargo, el gobierno macrista parece hacerse eco de grupos que surgieron en los últimos años a nivel mundial que cuestionan con brutalidad uno de los mayores avances que son justamente las vacunas. “Los movimientos antivacunas se han convertido en una amenaza para la salud pública, resurgiendo enfermedades que pueden ser fácilmente prevenibles mediante la vacunación.

Un ejemplo de esto es el brote sin precedentes de Sarampión en países de Europa, como Italia y España, y probablemente tenga que ver con la aparición de casos autóctonos en la Ciudad de Buenos Aires, lo cual ha desatado una alerta en el país”, alertó el Sanatorio.

En tanto, insistió en la necesidad de mantener una fuerte campaña para incentivar el cumplimiento del plan de vacunación obligatoria y gratuita en la Argentina y destacó “la incorporación de las vacunas del Calendario Nacional” del gobierno anterior. En consecuencia, enumeró las vacunas que deben aplicarse según las edades y que son las siguientes:

en niños y adolescentes:

• Vacuna contra el HPV (Virus de Papiloma Humano) en niños y niñas: dicha afectación, en cronicidad, puede producir cáncer.
• Vacuna contra la Hepatitis B: esta infección, frecuentemente, produce una Hepatitis crónica que lleva a cirrosis hepática y cáncer de hígado.

en adultos:

• Vacuna anual contra la gripe: previene la misma, pero principalmente disminuye las complicaciones producidas por la enfermedad.
• Vacuna antineumocócica: previene la neumonía por la bacteria Streptococcus Pneumoniae, enfermedad que si no se previene con dosis desde la infancia se torna más común todavía en mayores de 50 años, personas con trastornos inmunitarios o con patologías pulmonares crónicas, en quienes se presenta en forma más grave y con mayor índice de mortalidad.